La reciente decisión de la Corte Constitucional de avalar la ley que prohíbe las corridas de toros, las peleas de gallos y otras prácticas de entretenimiento con animales marca un precedente histórico en Colombia. Sin embargo, el debate ahora se centra en las cabalgatas, que quedaron exceptuadas de la prohibición. La senadora Esmeralda Hernández, autora de la ley y referente del movimiento animalista, celebró la decisión en entrevista con Mañanas Blu.
“Fue el día más feliz de mi vida, literalmente se los digo, porque creo que hicimos justicia por los animales a partir de la ley”, aseguró Hernández, visiblemente emocionada al recordar la votación en la Corte.
Una decisión histórica de la Corte Constitucional
La ley aprobada prohíbe corridas de toros, becerradas, novilladas, tientas, rejoneo, corralejas, peleas de gallos y coleo. Según la senadora, se trata de un triunfo largamente esperado por defensores de los animales en Colombia.
“Son todas las actividades, espectáculos crueles de tortura con animales que estaban reconocidos legalmente, que tenían protección del Estado y que hoy quedan prohibidas por la Corte Constitucional. De verdad que eso es histórico”, afirmó.
El fallo, aún pendiente de conocerse en su totalidad, confrontó dos principios: el derecho cultural frente al derecho a la vida y a no sufrir. Hernández explicó que “en esa balanza, por supuesto, gana ese derecho de estos animales, que sienten dolor, miedo y angustia en las mismas proporciones que lo podemos llegar a sentir los seres humanos”.
¿Qué pasa con las cabalgatas?
A pesar del avance, muchos animalistas consideran que la exclusión de las cabalgatas deja un vacío en la nueva normativa. La senadora Hernández reconoció que, aunque inicialmente la Corte había mencionado incluirlas, finalmente no fueron prohibidas.
“Hoy las cabalgatas quedan exceptuadas de la prohibición, lo que significa que se pueden seguir haciendo en todo el país”, explicó. Sin embargo, reiteró su postura personal: “Yo sí estoy en contra de todo el uso de animales en espectáculos públicos. Creo que Colombia tiene una enorme riqueza cultural y artística que no necesita de los animales”.
Este matiz revela que, aunque el avance legislativo es significativo, la discusión sobre las cabalgatas seguirá vigente en el escenario político y social.
El futuro del toro de lidia y otros animales
Uno de los argumentos más utilizados por los sectores taurinos es la posible extinción del toro de lidia. La senadora desestimó esta preocupación al aclarar que se trata de una raza y no de una especie.
“El toro de lidia ha sido el resultado de una manipulación genética para ser utilizado en las plazas. Si desapareciera esa raza, no tendría ninguna afectación en términos ecosistémicos”, aseguró.
Además, enfatizó que incluso las corridas en las que no se sacrificaba al animal quedarán prohibidas, al considerar que “la tortura empieza desde el momento en que el animal es extraído de su entorno natural”.
Uso de animales en la fuerza pública y como compañía
Otro de los puntos abordados en la entrevista fue el papel de los caballos del Ejército y la Policía, así como de los perros antinarcóticos. Hernández señaló que este es un debate abierto y que el país debe avanzar hacia alternativas tecnológicas: “Los animales no tienen por qué ser utilizados y sometidos por el hombre. Hoy tenemos la posibilidad de avanzar en desarrollo científico que nos permita reemplazar estas prácticas”.
No obstante, diferenció el caso de las mascotas: “Los animales compañeros, como perros y gatos, son resultado de la domesticación humana y han perdido la capacidad de supervivencia autónoma. Tenemos una responsabilidad histórica con ellos”.
Reconversión laboral y transición
Uno de los aspectos que generó mayor debate fue la afectación a quienes dependen económicamente de las actividades prohibidas. La senadora aclaró que la ley incluye un periodo de transición y un modelo de reconversión laboral.
“Yo misma establecí un periodo de transición y todo un modelo de reconversión laboral que permita que se les pueda entregar recursos y garantizar su subsistencia. Creo que hay que reconocer a quienes van a resultar afectados y acompañarlos en este proceso”, señaló.
Tras la celebración del movimiento animalista por la decisión de la Corte Constitucional de prohibir corridas de toros, gallos de pelea y otras prácticas con animales, las voces críticas no tardaron en aparecer. Una de las más contundentes fue la de Hugo García, presidente de la Federación Nacional de Gallos de Colombia, quien en diálogo con Mañanas Blu expresó su preocupación por el impacto social y económico que tendrá la medida.
“Nosotros somos 290 mil familias que dependemos de los gallos. De esas, 115 mil empleos son directos. Y cuando esas personas queden sin empleo, también quedarán sin vivienda, porque muchos habitan en los mismos criaderos”, advirtió.
El peso económico de las peleas de gallos
De acuerdo con García, el país cuenta con 7.200 galleras registradas y cerca de 6 millones de aves dedicadas a esta práctica. La magnitud de la industria, asegura, no ha sido dimensionada por el gobierno ni por el Congreso.
“Yo quiero ver cuánto tiene el Gobierno presupuestado para estas familias. No pudieron con lo de los toros, menos con lo de los gallos”, afirmó, al cuestionar la falta de un plan de transición concreto y con respaldo financiero.
Para García, la prohibición no solo afecta a los criadores, sino también a los agricultores que producen maíz, principal alimento de estas aves: “Un gallo consume 100 gramos diarios. Eso son 18 mil toneladas al mes. ¿Qué van a hacer con los agricultores que nos suplen ese alimento?”.
Tradición cultural vs. derechos de los animales
Uno de los argumentos centrales de la Federación es que la medida vulnera derechos constitucionales como el trabajo y la libre expresión cultural.
“Yo estoy de acuerdo en que se defienda a los animales, pero ¿dónde quedan los derechos constitucionales al trabajo y a la libre expresión cultural? En un país con pocas oportunidades, estas familias no tienen cómo reubicarse fácilmente en el mercado laboral”, señaló García.
A diferencia de la postura de la senadora Hernández, quien considera que la tauromaquia y las peleas de gallos son espectáculos de tortura, el dirigente asegura que sus afiliados cuidan con esmero a los animales: “Yo les hago una pregunta: ¿cuándo han visto un gallo fino botado a la orilla de una carretera o sin alimento? Nuestros gallos tienen hasta cuatro horas diarias de cuidado”.
¿Qué hacer con los gallos de pelea?
La incertidumbre también alcanza el futuro de los millones de animales criados específicamente para la pelea. En palabras de García, estos no tienen otra utilidad.
Si no es para pelea, el gallo no sirve para nada. Por instinto no pueden vivir juntos y no se pueden aprovechar para otra cosa. Estamos ante la inminencia de que se acaben
declaró.
Incluso, cuando se le preguntó si estos gallos podrían destinarse al consumo humano, descartó esa opción: “Son muy duros porque son animales musculosos y fibrosos. No sirven para un sancocho”.