En los últimos días ha sido noticia la forma en que operadores regionales e incluso alcaldías y gobernaciones han suscrito contratos con empresas ficticias sin competencias para la distribución de alimentos en el Programa de Alimentación Escolar (PAE).
Estas prácticas criminales resultan en miserables platos de comida para los niños más pobres del país mientras se cobran jugosas sumas de dinero por la supuesta compra de alimentos, como el ejemplo de pechugas de pollo a $40.000 en Cartagena o tamales de 30 millones de pesos en Santander que en realidad nunca son entregados a los menores beneficiarios del programa.
Al respecto, el procurador delegado para la vigilancia de acción pública, Leandro Ramos, habló en El Radar de Blu Radio cómo deben trabajar las autoridades para evitar el robo del dinero destinado al PAE.
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El funcionario explicó que la entidad “comenzó a realizar unas acciones de vigilancia preventiva a la prestación de alimentación escolar en Magdalena” en las que encontró aparentes irregularidades pues “las raciones y su calidad no eran las que estaban establecidas dentro del contrato y a plena luz eran realmente lamentables en el departamento”.
En fotografías obtenidas por Blu Radio se evidencia que las raciones de comida en el departamento antes de la intervención de la Procuraduría eran escasas y muy distintas a lo que se repartió entre los menores una vez que la entidad le puso la lupa al tema.
Al respecto, Ramos dijo que espera que el mecanismo de vigilancia con veedores que se instaló en Magdalena asegure que de ahora en adelante los niños sigan recibiendo buena alimentación, como evidencia la segunda imagen, para al final de año hacer un balance sobre lo que encontraron en el PAE de la región.
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