El expresidente estadounidense Donald Trump se negó el jueves a testificar en el juicio político que se abre la próxima semana en su contra y que consideró "inconstitucional", declinando una petición de los legisladores que ofician de fiscales en el proceso.La defensa de Trump ridiculizó la solicitud del congresista demócrata Jamie Raskin, que lidera la parte acusadora, para ser interrogado sobre el ataque del 6 de enero al Capitolio, como un "golpe de efecto comunicacional"."Su carta solo confirma lo que todos saben: no puede probar sus acusaciones" contra Trump, dijeron los abogados Bruce Castor y David Schoen en su respuesta.Aunque los abogados no dijeron si Trump testificaría, un asesor principal, Jason Miller, dijo rotundamente que no lo haría."El (ex)presidente no testificará en un proceso inconstitucional", aseguró Miller a la AFP. Juicio empieza el martes La negativa se conoce cinco días antes del inicio en el Senado del juicio de Trump por el cargo de "incitación a la insurrección".En su segundo juicio político -algo sin precedentes-, Trump es acusado de fomentar el ataque de sus partidarios al Legislativo estadounidense hace un mes, forzando a los legisladores a detener los procedimientos para certificar la victoria de Joe Biden, su rival en las elecciones presidenciales de noviembre.Raskin le había pedido a Trump, quien sostuvo sin evidencia que Biden ganó mediante un fraude masivo, que diera su testimonio "bajo juramento", antes o durante el juicio, entre el lunes 8 y el jueves 11 de febrero."Si rechaza esta invitación, nos reservamos todos los derechos, incluido el derecho a argumentar en el juicio que su negativa a testificar pesa mucho en su contra", escribió.La carta de Raskin y la respuesta de la defensa establecen las líneas de batalla para el juicio político nunca visto de un presidente después dejar el cargo.Los fiscales demócratas de la Cámara Baja, denominados gerentes del juicio político, dicen que el líder republicano fue responsable del ataque a la sede del Congreso, que dejó cinco muertos."En una grave traición a su juramento en el cargo, el presidente Trump incitó a una turba violenta a atacar el Capitolio de Estados Unidos", dijeron.Pero el equipo de Trump argumentó en un escrito el martes que todo lo que Trump dijo en los días y horas antes del ataque para alentar a los partidarios a rechazar la victoria electoral de Biden estaba amparado por su derecho constitucional a la libertad de expresión.Y declararon inconstitucional enjuiciar a un expresidente en el Senado. "Pelear como el infierno" El ataque del 6 de enero sigue haciendo olas en Washington.Unas 180 personas han sido inculpadas por la toma del Capitolio, según un conteo del Programa de la Universidad George Washington sobre extremismo, y cientos más están bajo investigación.El Departamento de Justicia ha sugerido que podría construir un caso de "conspiración sediciosa" por parte de algunos grupos de extrema derecha partidarios de Trump.Varios de los acusados han dicho que se sintieron alentados por el magnate republicano, quien menos de dos horas antes del ataque convocó a sus simpatizantes reunidos en un mitin frente a la Casa Blanca a "pelear como el infierno" para respaldar sus alegaciones de victoria electoral.Trump ya había sido enviado a juicio a fines de 2019 por pedirle a Ucrania que investigara por supuesta corrupción al hijo de Biden. No testificó en ese primer juicio y rápidamente fue absuelto por un Senado con mayoría republicana.Pero aunque desde entonces los demócratas han recuperado el control de la Cámara Alta, les resultará difícil concitar el apoyo de 67 de 100 senadores necesario para un veredicto de culpabilidad.La semana pasada, 45 de los 50 senadores republicanos dejaron en claro en una votación que creen que juzgar a un expresidente es inconstitucional.
El expresidente de Estados Unidos Donald Trump rechazó este martes por "inconstitucional" el juicio político al que será sometido en el Senado acusado de cometer una "traición de proporciones históricas", argumentando que ya está fuera de su cargo.En su respuesta formal al artículo de acusación presentado por la Cámara de Representantes, Trump también negó a través de sus abogados que estuviera "en un error de hecho" cuando el pasado 6 de enero aseguró a los seguidores que luego asaltaron el Capitolio que había ganado las elecciones por una victoria aplastante.Poco antes, los demócratas presentaron en un escrito ante el Senado su caso para condenar a Trump por incitar a sus seguidores a llevar a cabo los disturbios en el Capitolio, que dejaron cinco muertos, incluido un policía.En su escrito, los nueve fiscales demócratas del juicio político acusan a Trump de poner en peligro los cimientos de la democracia estadounidense llevando a un "frenesí" a sus partidarios "con el único propósito de mantener su posición en la Presidencia" a pesar de su derrota electoral.TRUMP ACUSADO DE INTENTAR USURPAR EL CARGOAgregan que Trump fue "singularmente responsable" del caos generado, por lo que le achacan delitos graves cometidos usando los poderes de su cargo, en su propio beneficio político y a expensas de los de la nación, algo que, según ellos, justifica constitucionalmente su condena."Quienes redactaron la Constitución temían a un presidente que corrompería su cargo y no escatimara 'esfuerzos ni medios para ser reelegido'" y la redactaron para evitar que hubiera "oportunistas" que amenazaran con un "desorden civil y la pronta toma del poder por un dictador'", reza el escrito."Si provocar una insurrección contra una sesión conjunta del Congreso tras perder una elección no es un delito imputable, es difícil imaginar qué lo sería", agrega el escrito.Por su parte, los abogados del exgobernante niegan en su escrito que este haya participado en "una insurrección o rebelión" contra el país y defiende que la Constitución "requiere que una persona realmente esté en el cargo para ser acusado", y Donald Trump "ya no es 'presidente'"."Es imposible que el Senado cumpla la cláusula de 'será destituido de su cargo en caso de acusación por ...', por lo que el procedimiento actual ante el Senado es nulo ab initio", indica.Y respecto a la sanción de "inhabilitación para ocupar y disfrutar de un cargo", indica que para llegar a ello, el Senado debe primero decidir la destitución.TRUMP NIEGA INTENTO DE SUBVERTIR LAS ELECCIONESTambién niega que Trump hubiera "cometido alguna vez una violación de su juramento al cargo", como argumenta la acusación, defiende que en su arenga a sus seguidores, únicamente "expresó su opinión de que los resultados electorales eran sospechosos".Desde un mes antes de que se celebrara la sesión del Congreso interrumpida por los seguidores de Trump, recordaron los abogados, el exgobernante reiteró "que los resultados de las elecciones presidenciales fueron producto de un fraude generalizado", y la Constitución ampara su derecho a expresar esa opinión."Existen pruebas insuficientes para que un jurista razonable pueda llegar a la conclusión" de que las afirmaciones del expresidente "eran exactas o no, por lo que (Trump) niega que sean falsas", agregan los abogados insistiendo en las acusaciones infundadas de que hubo un fraude electoral contra el exmandatario.Trump también niega que su intención fuera interferir en el recuento de los votos electorales que confirmarían en el Congreso la victoria de su rival o haber puesto en peligro la seguridad de los Estados Unidos y sus instituciones de gobierno."El Senado carece de competencia para expulsar de un cargo a un hombre que no ocupa un cargo", concluye el escrito de la defensa de Trump, en el que el exgobernante solicita al Senado que lo "absuelva" de las acusaciones planteadas en su contra.El juicio político contra Trump debe empezar la próxima semana en el Senado y para una condena, que supondría su inhabilitación, hacen falta un mínimo de 67 votos (dos tercios de la cámara), un número que parece improbable dado que demócratas y republicanos se reparten 50 escaños.Trump es el primer presidente en la historia de EE.UU. en ser sometido a dos juicios políticos durante su mandato.
El juicio político del expresidente estadounidense Donald Trump comenzará en la segunda semana de febrero en el Senado, luego del envío el próximo lunes del acta de acusación de la Cámara de Representantes, dijo el viernes el líder de la mayoría demócrata del Senado, Chuck Schumer.Este cronograma refleja un acuerdo alcanzado con la minoría republicana del Senado, que permitirá al equipo legal del exmandatario prepararse y a la Cámara Alta avanzar en otros temas cruciales, incluida la confirmación de los nominados al gabinete del presidente Joe Biden.La Cámara de Representantes acusó a Trump por segunda vez el 13 de enero, una semana antes de que dejara el cargo. Esta vez, es señalado de alentar a sus partidarios en la toma del Capitolio el 6 de enero. El caos desatado ese día dejó cinco muertos, incluido un policía, y conmocionó al país y al mundo.Schumer dijo que el acta de acusación a Trump será entregada y leída en el Senado el lunes a las 19H00 (00H00 GMT). Los 100 senadores prestarán juramento como jurados del juicio al día siguiente.Los miembros de la Cámara Baja asignados por la presidenta Nancy Pelosi como gerentes de juicio político (en la práctica unos fiscales), y los miembros del equipo de defensa aún por nombrar de Trump, tendrán tiempo para redactar sus escritos legales.En el ínterin, el Senado decidirá sobre las nominaciones del gabinete de Biden "y el proyecto de ley de ayuda por COVID que brindaría alivio a millones de estadounidenses que están sufriendo durante esta pandemia", explicó Schumer."La sanación y la unidad solo llegarán si hay verdad y rendición de cuentas, y eso es lo que proporcionará este juicio", afirmó.Los miembros deliberarán si Trump debe ser condenado o no por lo que la Constitución de Estados Unidos describe como "delitos graves y faltas".Trump fue acusado de un solo cargo de "incitación a la insurrección" durante un discurso en Washington el mediodía del 6 de enero, antes de que una turba de seguidores suyos irrumpiera en la sede del Congreso durante la certificación de la victoria electoral del demócrata Biden. "Rapidez sin precedentes" El retraso del juicio es el resultado de un acuerdo que Schumer alcanzó con el líder de la minoría republicana del Senado, Mitch McConnell.McConnell fue un aliado cercano de Trump en el Congreso durante los cuatro años de su mandato. Pero reprendió severamente al presidente saliente por tratar repetidamente de revocar los resultados de las elecciones y por su incitación a los manifestantes. Y dejó la puerta abierta a un posible voto de condena a Trump.El influyente senador republicano planteó postergar el juicio hasta febrero, argumentando que Trump necesita tiempo para contratar abogados y preparar su defensa.El viernes, McConnell evocó la "rapidez sin precedentes" del proceso en la Cámara Baja, donde Trump fue acusado tras sólo un día de debate.Trump es el único líder estadounidense que ha sido acusado dos veces por la Cámara de Representantes.En diciembre de 2019, el presidente republicano fue inculpado por "abuso de poder" y "obstruir el buen funcionamiento del Congreso".Trump era señalado de pedirle a Ucrania que investigara presunta corrupción vinculada con su entonces rival político Biden, a cambio de desbloquear una ayuda militar crucial para ese país en guerra.El Senado, entonces con mayoría republicana, lo absolvió el 5 de febrero de 2020 tras dos semanas de juicio.Con el Senado ahora compuesto por 50 demócratas y 50 republicanos, y una mayoría de dos tercios necesaria para condenar a Trump, al menos 17 republicanos tendrían que votar en contra del expresidente para asegurar una condena.Si eso ocurre, se llevará a cabo una votación posterior sobre la prohibición de que Trump ocupe un cargo público en el futuro, lo cual lo inhabilitaría para postularse en 2024, como ha insinuado. Solo se requiere una mayoría simple para inhabilitarlo.Además de Trump, otros dos presidentes fueron sometidos a procesos de juicio político: los demócratas Bill Clinton, en 1998, y Andrew Johnson, en 1868.El republicano Richard Nixon, en 1974, renunció para evitar ser acusado por el escándalo de Watergate.
Los demócratas del Congreso de Estados Unidos pueden activar el juicio político al exmandatario Donald Trump en el Senado en "uno o dos días", ya que consideran este tema una prioridad a pesar del traspaso de poder al presidente Joe Biden."El presidente debe rendir cuentas", dijo en referencia a Trump el "número dos" de la nueva mayoría demócrata en el Senado, Dick Durbin, quien declaró a los periodistas que espera que el envío por la Cámara de Representantes de los artículos que activarían el juicio político en el Senado se produzca en "uno o dos días".Durbin dijo que cree que la Cámara Baja "hizo lo correcto al acusar al presidente por segunda vez", esta vez bajo el cargo de "incitación a la insurrección", por su papel en el asalto de sus seguidores al Capitolio del pasado 6 de enero.El juicio político es "una prioridad", insistió Durbin, quien agregó que "la realidad" es que el exgobernante tiene que responder por sus acciones en lo referente al asalto al Capitolio por parte de sus seguidores, una acción que dejó cinco muertos, incluido un policía.El miércoles de la semana pasada la Cámara de Representantes aprobó, con el apoyo de diez representantes republicanos, someter a Trump a un segundo juicio político, pero aún no ha enviado a la Cámara Alta los artículos de acusación necesarios para su comienzo.Trump, que se convirtió así en el primer presidente de EE..UU. en ser sometido a dos procesos de este tipo, ha sido responsabilizado por los legisladores del asalto al Capitolio por arengar previamente a sus seguidores y pedirles acudir a la sede del Legislativo a defender sus derechos y demostrar su fuerza.Cuando se produjo el ataque, los legisladores celebraban una sesión para certificar los votos electorales obtenidos por el demócrata Joe Biden y por tanto para confirmar su victoria, ante las reiteradas denuncias de fraude de Trump, que no logró demostrar.Aunque el juicio ya no puede suponer la destitución de Trump, ya que este miércoles dejó el cargo, una condena podría conllevarle ser inhabilitado para ocupar puestos públicos en el futuro.Pese a que aún se desconoce qué apoyo podría tener una posible condena a Trump, el líder de los republicanos en el Senado, Mitch McConnell, acusó este martes al exgobernante de provocar el asalto al Capitolio.En el equipo de Biden, por su lado, existe la preocupación de que un pronto comienzo del proceso en el Senado distraiga los esfuerzos del Legislativo de sus prioridades de Gobierno para los primeros cien días: la pandemia, la crisis económica y la confirmación de los miembros del nuevo gabinete.
Se le criticó por ser demasiado arraigado a Washington, demasiado reacio a hacer campaña durante la pandemia y demasiado mayor, pero Joe Biden superó a los escépticos y el miércoles se convirtió en el 46° presidente de Estados Unidos, con una maraña de retos por delante.En lo inmediato, el demócrata Biden deberá tranquilizar a una nación tensa después de la salida de la Casa Blanca del republicano Donald Trump con un segundo juicio político pendiente, esta vez por el asalto de varios de sus seguidores al Congreso, que dejó cinco muertos.El nuevo presidente no podrá centrarse, sin embargo, en sanar las heridas políticas. Tendrá también que liderar la lucha contra una pandemia feroz, reparar una economía que se hunde y unir a una ciudadanía profundamente dividida."Debemos acabar esta guerra incivil, que pone a rojos contra azules, lo rural contra lo urbano, conservadores contra liberales", dijo Biden en su discurso inaugural en el Capitolio, el mismo lugar donde una turba chocó con la policía hace dos semanas antes de asaltar el Congreso.Los demócratas esperaban que la victoria de Biden en noviembre permitiera pasar la página de la divisiva presidencia de Trump.El mandatario republicano no reconoció sin embargo su derrota y lanzó acusaciones infundadas sobre un supuesto fraude electoral que culminaron el 6 de enero en la toma del Capitolio, el templo de la democracia estadounidense.Ante el sombrío panorama, Biden dijo en su discurso el miércoles: "Juntos, escribiremos una historia de esperanza, no de miedo. De unidad, no de división. De luz, no de oscuridad".Pero, ¿puede el hombre que se ha presentado como sanador cumplir sus objetivos en un país donde la ideología de Trump muestra pocas señales de disminuir?Rara vez dos candidatos presidenciales fueron tan distintos como en la campaña de 2020, que enfrentó al veterano político Biden, exvicepresidente y exsenador, con el multimillonario empresario Trump, llegado hace cuatro años como un "outsider" a la Oficina Oval.Mientras que Trump apenas movió un dedo para liderar la lucha contra la pandemia luego de las elecciones, aparte de vanagloriarse de acelerar el desarrollo de las vacunas, Biden prometió un "nuevo capítulo" para la nación.Ya anunció un plan de rescate de 1,9 billones de dólares para impulsar la primera economía mundial y luchar contra el coronavirus, que incluirá la inyección de 100 millones dosis de vacunas en sus primeros 100 días en el cargo.Pero el inicio de su mandato se verá probablemente eclipsado por el juicio político de Trump.- Veterano de la política -Tras competir por la Casa Blanca en 1987 y 2008, "Joe, el de clase media" buscó una tercera oportunidad, convencido de que podía restaurar el "alma" de Estados Unidos.Y a pesar de una campaña llevada a cabo principalmente desde su casa por la pandemia, mientras su rival hacía actos multitudinarios por todo el país, logró desbancar al republicano Trump.Cuando juró el cargo, Biden, de 78 años, se transformó en el jefe de Estado estadounidense de mayor edad en ser investido en la historia del país.Biden llegó a la arena política nacional con solo 29 años, tras una sorpresiva victoria como candidato a senador por Delaware en 1972.Pero un mes después, la tragedia lo golpeó: su esposa Neilia y su hija de un año Naomi murieron en un accidente de tráfico mientras estaban de compras navideñas.Tal como en 2021, en ese entonces tuvo una investidura inusual como senador: juró el cargo desde el hospital donde acompañaba a sus hijos heridos.Sus dos hijos sobrevivieron, aunque en 2015, el mayor, Beau, murió de cáncer.Estas pérdidas forjaron la empatía que transmite Biden cuando interactúa con la gente, una cualidad que Trump nunca logró mostrar, ni siquiera ante la pandemia que ha dejado más de 400.000 muertos en Estados Unidos.Las habilidades políticas de Biden en el mano a mano son incomparables: puede encantar a estudiantes universitarios, compadecerse de los maquinistas desempleados de la zona industrial del Medio Oeste y hacer una crítica feroz de sus rivales.Su propensión afable y sociable se vio restringida por el covid-19, que en marzo lo obligó a quedarse en casa y lo volvió más cauteloso.Aunque ya no tiene el dinamismo de cuando era vicepresidente de Barack Obama (2009-2017), Biden mantiene su sonrisa deslumbrante. Su andar sin embargo es más delicado y su cabello blanco luce más fino.Sus opositores, e incluso algunos demócratas, se preguntaban si Biden, locuaz y propenso a cometer errores, tropezaría en su larga campaña contra Trump. El presidente de 74 años lo llamaba regularmente "Joe el dormido" y llegó a decir que tenía sus capacidades mentales disminuidas.Pero Biden se encogía de hombros ante los ataques, y en septiembre, en un arranque de frustración por las incesantes interrupciones de Trump durante su primer debate, llegó a pedirle que se callara.- "Un puente" -El demócrata comenzó su carrera como uno de los senadores más jóvenes de la historia norteamericana. Pasó más de tres décadas en la Cámara Alta antes de ser la mano derecha de Obama.El mensaje de Biden durante la campaña se basó en gran medida en su asociación con el todavía popular primer presidente negro de Estados Unidos, y en su capacidad para negociar con muchos líderes mundiales. "Conozco a estos tipos", solía decir.Su propuesta de política moderada en un momento de gran polarización fue un bálsamo para un electorado agotado de los escándalos y el caos en la Casa Blanca de Trump.Pero Biden también prometió tomar medidas progresistas sobre el cambio climático, la injusticia racial y el alivio de la deuda estudiantil universitaria.Ya en el cargo, muchos se preguntarán posiblemente si el anciano estadista irá más allá de un primer mandato."Me veo a mí mismo como un puente, no como otra cosa", dijo Biden en marzo pasado en un mitin en Detroit, Michigan, junto a otros líderes demócratas, incluida la mujer que se convertiría en su compañera de fórmula, la senadora Kamala Harris, de 56 años, vicepresidenta electa."Son el futuro de este país".- La remontada histórica -Algunos lo consideraban demasiado viejo o demasiado centrista. Y, a pesar de ser el favorito del 'establishment' demócrata, la campaña de Biden parecía encaminarse al desastre a principios del año pasado, tras decepcionantes derrotas en las primarias demócratas ante el fogoso Bernie Sanders, mucho más radical.Pero Biden, a quien Obama llamó un "león de la historia estadounidense", regresó rugiendo en las internas en Carolina del Sur gracias con el apoyo abrumador de los votantes negros, una base crucial para todo demócrata.Lograr la nominación marcó un fuerte contraste con su retirada en 1988, cuando renunció en medio de acusaciones de plagio.En 2008 no le fue mejor, y abandonó la pugna después de reunir menos del 1% de los votos en las asambleas de votantes de Iowa.Ese año finalmente fue elegido compañero de fórmula por Obama, quien le asignó supervisar la recuperación económica durante la Gran Recesión.Como senador, fue cuestionado, incluso por Harris, por asociarse con conocidos segregacionistas y oponerse a las políticas de transporte de la década de 1970 para que niños negros asistieran a escuelas predominantemente blancas.También fue criticado por ayudar a redactar una ley contra el crimen en 1994 que, según muchos demócratas, aumentó los encarcelamientos y afectó de manera desproporcionada a los afroestadounidenses. Biden recientemente calificó esto como un "error".Otros episodios del Senado también amenazaron con estropear su campaña presidencial: su voto de 2003 a favor de la guerra de Irak y su manejo de las controvertidas audiencias en 1991 en las que la profesora Anita Hill acusó al nominado a la Corte Suprema Clarence Thomas de acoso sexual.- Acusaciones de Trump -Biden comparte los conmovedores detalles de su historia familiar con tanta frecuencia que se han convertido en parte de una marca política.El accidente de 1972 dejó a sus hijos Beau, de cuatro años, y Hunter, de dos, gravemente heridos. Biden conoció a su segunda esposa, la profesora Jill Jacobs, en 1975, y se casaron dos años después. Tienen una hija, Ashley.Sus hijos se recuperaron de sus heridas y Beau siguió a su padre en la política, convirtiéndose en fiscal general de Delaware, pero la estrella demócrata en ascenso murió por un tumor cerebral en 2015 a los 46 años.El abogado y cabildero Hunter Biden tuvo una trayectoria diferente.Recibió un salario lucrativo como miembro de la junta directiva de una compañía de gas ucraniana acusada de corrupción mientras su padre era vicepresidente.La presión de Trump para que Ucrania investigara a los Biden derivó en el juicio político al presidente por parte de la Cámara de Representantes de mayoría demócrata, pero terminó absuelto por el Senado liderado por los republicanos.Hunter no fue acusado de ningún cargo, pero Trump siguió sacando el tema en la campaña, asegurando que los Biden eran una "familia criminal" que se enriquecía con la corrupción.Esas acusaciones no afectaron a unos votantes más preocupados por otros asuntos, como la pandemia y la crisis económica que provocó.- "Ponerse de pie" -Joseph Robinette Biden Jr. nació el 20 de noviembre de 1942 y creció en Scranton, Pensilvania, en una familia de origen irlandés muy católica.Su padre era vendedor de autos, pero en la década de 1950 perdió su trabajo y la familia se mudó al vecino estado de Delaware cuando él tenía 10 años."Mi papá siempre decía: 'Campeón, cuando te tumban, te pones de pie'", cuenta Biden.En Delaware, Biden trabajó de joven como salvavidas en una piscina de un barrio negro y allí aprendió de las injusticias y desigualdades que afectan a esta comunidad, lo que despertó su interés por la política.Estudió en la Universidad de Delaware y en la Escuela de Derecho de la Universidad de Syracuse, y ha expresado su orgullo por no ser un producto de la élite de la Ivy League.De niño sufrió por un tartamudeo muy fuerte, pero lo superó y desde entonces apoya a otros del "mismo club", como contó un adolescente en la convención nacional demócrata al agradecerle sus consejos.- Convivir con el dolor -Biden suele destacar el respaldo de su esposa Jill, de 69 años, la mujer que "volvió a unir" a su familia.Pero dijo que convive con el dolor tras la muerte de Beau. "Nunca desaparece", aseguró. Esta pérdida lo hizo descartar una candidatura presidencial en 2016.Incluso hoy, a menudo se detiene para saludar a los bomberos, recordando que fueron ellos quienes salvaron a sus hijos cuando ocurrió el accidente.También lo salvaron a él. En 1988, los bomberos lo llevaron de urgencia al hospital después de que sufriera un aneurisma. Biden estaba tan grave que llamaron a un sacerdote para darle los últimos ritos.Casi todos los domingos, Biden, católico practicante, acude a misa en St. Joseph on the Brandywine, una histórica iglesia en su acomodado vecindario de Wilmington.Allí, en el cementerio, descansan sus padres, su primera esposa e hija, y su hijo Beau, bajo una lápida decorada con pequeñas banderas estadounidenses.Hace un año, Biden confesó cuánto influye Beau en su vida. "Cada mañana me levanto (...) y me pregunto: ¿Estaría orgulloso de mí?".
Vestida de amarillo y con una gran diadema roja coronándole la cabeza, la joven poetisa afroamericana Amanda Gorman cautivó al público este miércoles durante la ceremonia de investidura de Joe Biden, con sus versos pidiendo la unidad de Estados Unidos.Con solo 22 años, la joven oriunda de Los Ángeles recitó un poema de su propia creación, "La colina que subimos", una referencia al Capitolio, la sede del Congreso que fue invadida por una multitud de partidarios del presidente saliente, el republicano Donald Trump, el pasado 6 de enero.Su texto, que escribió de una vez después de esa invasión que se saldó con cinco muertos, evoca "una fuerza que destruirá nuestra Nación, en lugar de compartirla"."Este esfuerzo casi tuvo éxito, pero si bien la democracia puede retrasarse en ocasiones, no se la puede reprimir permanentemente".Con voz tranquila, entonó sus rimas, acompañándolas con gráciles movimientos, sin dejar que apareciera ningún tartamudeo que, como a Joe Biden, la afectó en su infancia. También la impulsó a empezar a escribir para compensar esa dificultad.La poetisa se describió a sí misma como "una chica negra flaca, descendiente de esclavos, criada por una madre soltera", que se encuentra "recitando" frente a un presidente.Gorman ganó su primer premio de poesía a los 16 años y fue coronada como la "mejor poeta joven" del país tres años después, mientras estudiaba Sociología en la prestigiosa Universidad de Harvard.Antes que ella, otros cinco poetas, incluidos Robert Frost y Maya Angelou, asistieron a las ceremonias de investidura de los presidentes estadounidenses, pero ninguno era tan joven.Según la prensa estadounidense, su nombre fue sugerido a los organizadores de la ceremonia por Jill Biden, esposa del ya 46º presidente, que había asistido a una de sus lecturas.
El demócrata Joe Biden juró este miércoles como el 46º presidente de Estados Unidos, en una ceremonia marcada por la pandemia y la ausencia de su predecesor Donald Trump, que abandonó Washington unas horas antes rumbo a Florida.Biden, de 78 años, juró el cargo ante el presidente de la Corte Suprema, John Roberts, en una ceremonia solemne delante del Capitolio de Estados Unidos, un acto marcado por la pandemia y por las fuertes medidas de seguridad tras la toma de ese edificio el pasado 6 de enero.El presidente dijo este miércoles en su discurso de investidura que "la democracia ha prevalecido" tras el mandato de su predecesor, Donald Trump, y definió la jornada como "un día de historia y de esperanza"."Celebramos el triunfo de una causa, la causa de la democracia. Es frágil, preciosa. La democracia ha prevalecido", aseveró Biden en su discurso tras haber jurado como el presidente número 46 en la historia de EE.UU."Es un día histórico y de esperanza, de renovación y resolución", agregó.Biden se refirió a los turbulentos días que ha vivido el país tras el asalto violento al Capitolio el pasado 6 de enero por una turba de seguidores del ya expresidente Trump.En este sentido, aseguró que aún queda mucho para "curar" las heridas del país y llamó a confrontar el "extremismo político, el supremacismo blanco y el terrorismo doméstico", que aseguró que derrotará.Sobre el asalto al Capitolio por parte de seguidores de Trump el 6 de enero, prometió que no volverá a pasar "ni hoy ni mañana"Pidió, asimismo, seguir el "camino de la unidad" para superar las múltiples crisis que enfrenta el país, porque sin ella "solo hay amargura y furia".La investidura se celebró con un público reducido debido a los protocolos para evitar los contagios por covid-19 y un dispositivo de seguridad sin precedentes en la historia del país, con hasta 25.000 militares desplegados en Washington.Rompiendo con la tradición, Trump no asistió al acto de investidura de su sucesor y puso rumbo a su mansión privada en Palm Beach (Florida), estado donde llegó poco antes del inicio de la ceremonia.El vicepresidente saliente, Mike Pence, sí asistió al acto, al que también acudieron la mayoría de los legisladores estadounidenses y anteriores mandatarios, como George W. Bush (2001-2009) y Bill Clinton (1993-2001), junto a sus respectivas esposas, Laura Bush y Hillary Clinton.Escuche la cobertura especial de la posesión de Joe Biden como nuevo presidente de Estados Unidos en Mañanas BLU 10:30, cuando Colombia está al aire:
El demócrata Joe Biden se convirtió este miércoles en el presidente número 46 de la historia de Estados Unidos, al jurar el cargo en la ceremonia oficial de investidura ante las escalinatas del Capitolio y en medio de grandes medidas de seguridad.A las 11.50 de la amñana, Biden comenzó el juramento con el que se compromete a "preservar, proteger y defender la Constitución de Estados Unidos"."Así que Dios, ayúdame", exclamó Biden al término del juramento.Biden juró el cargo sobre la misma Biblia que ha utilizado con ese fin durante toda su carrera política: un enorme tomo que es propiedad de su familia desde 1893 y que mide casi 13 centímetros de ancho (5 pulgadas).El presidente electo se apoyó por última vez en esa Biblia para jurar en 2013 su segundo mandato como vicepresidente estadounidense, cargo que ejerció entre 2009 y 2017 con Barack Obama como presidente.Obama presenció a pocos metros de distancia el juramento del que fuera su mano derecha en la Casa Blanca.El juramento del cargo fue tomado por el juez John Roberts, presidente de la Corte Suprema de Estados Unidos.La investidura se celebra con un público reducido debido a los protocolos para evitar los contagios por covid-19, y un dispositivo de seguridad sin precedentes en la historia del país, con hasta 25.000 militares desplegados en Washington.La ciudad está en máxima alerta desde que el pasado 6 de enero cientos de seguidores radicales del presidente saliente de EE.UU., Donald Trump, asaltaran el Capitolio, un suceso que conmocionó al país y que arrebató la vida a cinco personas, incluido un policía.Rompiendo con la tradición, Trump no asistió al acto de investidura de su sucesor y puso rumbo a su mansión privada en Palm Beach (Florida), estado donde llegó poco antes del inicio de la ceremonia.El vicepresidente saliente, Mike Pence, sí asistió al acto, a la que también acudieron la mayoría de los legisladores estadounidenses y anteriores mandatarios, como George W. Bush (2001-2009) y Bill Clinton (1993-2001), junto a sus respectivas esposas, Laura Bush y Hillary Clinton. Escuche la cobertura especial de la posesión de Joe Biden como nuevo presidente de Estados Unidos en Mañanas BLU 10:30, cuando Colombia está al aire:
El presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, se despidió este martes entre lágrimas de Delaware, su estado de residencia y al que representó durante más de tres décadas en el Senado, antes de volar hacia Washington, donde este miércoles tomará posesión de su cargo.Biden dio un breve discurso antes de dirigirse hacia la capital estadounidense, adonde partió en un avión privado, en lugar de hacerlo en uno del Gobierno, como es la tradición para los presidentes electos, según la cadena CNN."Siempre seré un hijo orgulloso del estado de Delaware (...). Cuando muera, Delaware estará escrito en mi corazón", dijo un emocionado Biden a quienes se habían congregado para despedirle en el aeropuerto de la localidad de New Castle.El presidente electo dio las gracias al estado que lanzó su carrera política al elevarle al Senado en 1972, y que "desde entonces ha creído" en él, donde conoció a su esposa Jill y vio crecer a su familia."Aquí es donde, hace doce años, esperé en la estación de tren en Wilmington para que un hombre negro (Barack Obama) me recogiera de camino a Washington, para convertirnos en presidente y vicepresidente de Estados Unidos", recordó en referencia a la investidura de 2009.Unos minutos más tarde, Biden y su esposa Jill saludaron desde su avión privado antes de despegar rumbo a Washington.El equipo de transición no aclaró por qué Biden no utilizó uno de los aviones presidenciales que suelen ponerse a disposición de los mandatarios electos para su viaje a la capital, y si se trató de una decisión del propio presidente electo o no, según CNN.El plan inicial de Biden era desplazarse en tren, el medio de transporte que utilizó a diario durante sus muchos años en el Senado para volver a casa en Wilmington (Delaware), pero su equipo descartó esa posibilidad por motivos de seguridad, tras el asalto al Capitolio del pasado 6 de enero.El primer acto en Washington de Biden tendrá lugar la tarde de este martes a partir de las 17.00 (22.00 GMT), cuando Harris y él participarán en una ceremonia de homenaje a las víctimas del COVID-19 en el país, donde la pandemia ha dejado ya más de 400.000 muertos.En esa ceremonia, se iluminará el contorno de la piscina reflectante situada frente al Monumento a Lincoln, uno de los más icónicos de la capital y donde Martin Luther King dio su célebre discurso "I have a dream" ("Tengo un sueño") en 1963.Biden tomará posesión como presidente de Estados Unidos este miércoles a las 12.00 (17.00 GMT), en una ceremonia en el Capitolio sin apenas público y bajo estrictas medidas de seguridad.
La unidad será el tema principal del discurso de investidura del presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, quien tenderá la mano "a todos los estadounidenses" para superar las profundas divisiones que vive el país, indicó este martes a Efe uno de sus asesores.En su primer discurso como presidente, justo después de jurar el cargo este miércoles ante el Capitolio, Biden "hablará sobre la necesidad de unir al país en un momento de crisis sin precedentes", adelantó a Efe el asesor, que pidió el anonimato.Su discurso durará entre 20 y 30 minutos, con lo que será algo más largo que el que dio en su investidura hace cuatro años el ahora mandatario saliente, Donald Trump, que duró 16 minutos, de acuerdo con una fuente familiarizada con los planes de Biden.El objetivo de Biden es plantear "una visión de su Presidencia que mire al futuro, al tiempo que hace frente al momento que estamos viviendo como país", afirmó el citado asesor.Llevar esa idea a la práctica será complicado, sin embargo, en un país profundamente dividido por el desafío de Trump al resultado de las elecciones de noviembre, donde está a punto de comenzar un juicio político contra el presidente saliente y donde la oposición republicana en el Senado promete entorpecer los planes de Biden.El presidente electo asumirá el poder en la ceremonia de investidura con mayor de seguridad de la historia de Estados Unidos, debido a las amenazas que aún colean tras el asalto al Capitolio de los seguidores radicales de Trump el pasado 6 de enero.El 70 % de aquellos estadounidenses afines al partido republicano sigue sin creer que Biden fuera elegido de forma legítima, lo que revela la influencia que aún tienen las denuncias sin pruebas de fraude diseminadas por Trump, según una reciente encuesta del diario The Washington Post y la cadena ABC News.Biden tomará además las riendas del país más golpeado por la pandemia en términos absolutos, que ya supera los 400.000 muertos por COVID-19, y donde millones de estadounidenses necesitan ayuda urgente para pagar sus facturas o mantener a flote sus negocios.El presidente electo se despidió este martes del estado que ha sido su cuna política, Delaware, y voló hacia Washington, donde tomará posesión de su cargo este miércoles a las 12.00 (17.00 GMT) ante un público muy reducido frente al Capitolio.
Emma Coronel, esposa de Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán detenida esta semana, se entregó de forma voluntaria a las autoridades de Estados Unidos para ser testigo protegida, revelaron este viernes medios mexicanos y estadounidenses.Agentes anónimos explicaron por separado a la revista mexicana Proceso y al portal estadounidense Vice que la mujer estaba preparada para su arresto del lunes en el aeropuerto internacional de Dulles, Virginia (EE.UU.), por narcotráfico."'Se entregó', 'ella llamó para entregarse', 'se comunicó con un agente con quien ya tenía contacto desde hace tiempo para decirle que quería cooperar'", son las declaraciones de agentes federales estadounidenses que recogió Proceso, que este fin de semana ampliará la información en un reportaje.El arresto de Coronel, ciudadana mexicoestadounidense de 31 años e "influencer", ha sacudido a ambos países de Norteamérica por las revelaciones.Apenas el miércoles, documentos de autoridades mexicanas y estadounidenses mostraron el intento fallido de Coronel para una última y tercera huida de su esposo, el Chapo, tras su arresto en 2016.La Oficina Federal de Investigaciones (FBI) afirma que Coronel pagó 2 millones de dólares al funcionario mexicano encargado del sistema penitenciario para revertir la transferencia del Chapo al penal de Ciudad Juárez desde la cárcel del Altiplano, de donde el capo se fugó en 2015.Coronel, quien presuntamente ayudó a coordinar la operación del Cártel de Sinaloa, afronta una pena mínima de diez años de cárcel y una máxima de cadena perpetua, además de una posible multa de 10 millones de dólares, si resulta culpable del cargo criminal de narcotráfico en su contra.Pero la información de Vice sugiere que la detención no fue sorpresiva."La rendición de Coronel señala la existencia de un acuerdo de cooperación en el que ella podría proveer información o testimonio a cambio de indulgencia en su propio caso", reportó el medio estadounidense al citar a un agente federal anónimo.La colaboración de Coronel como testigo protegida podría sacudir el panorama político en México, como en el caso del Chapo tras su extradición en 2017 a Estados Unidos, donde una corte en Nueva York lo sentenció a cadena perpetua en 2019 por narcotráfico.Un día después del arresto de la mujer, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, sugirió un vínculo con el juicio contra el exsecretario de Seguridad Genaro García Luna, del opositor Partido Acción Nacional (PAN), detenido en diciembre de 2019 en Estados Unidos."Agreguen que está detenido el que era secretario de Seguridad durante el Gobierno de (Felipe) Calderón a causa de recibir sobornos del señor Guzmán Loera. A lo mejor por eso es la detención", expresó este martes López Obrador.Posteriormente, rechazó posicionarse más sobre el caso al ser un "asunto" que "corresponde" a la justicia de Estados Unidos.
El polaco Aleksander Doba, que se convirtió en la primera persona en cruzar el océano Atlántico en kayak y en solitario a los 65 años de edad, falleció el lunes a los 74 tras completar el ascenso al Kilimanjaro (Tanzania), informó su familia en redes sociales.Doba (Swarzęd, oeste de Polonia, 1946) que según declaró quiso convertir su vida en una "katorga" (trabajos forzados, en polaco) voluntaria, era conocido por haber asumido retos deportivos extremos, casi siempre en solitario.Según un mensaje publicado en Facebook por su familia, Doba falleció en la cumbre del Kilimanjaro (5.892 metros de altura), cuando pidió descansar un momento antes de hacer unas fotos. El Kilimanjaro es la montaña "solitaria" del mundo, sin otros picos alrededor.Doba declaró en una reciente entrevista con "The New York Times" que había llegado a despreciarse a sí mismo por haber caído en la tentación de encender una hoguera para secar sus ropas tras una jornada de remo en el río Vístula o tener la "debilidad" de ir a comer a un bar, en lugar de conformarse con una lata de carne fría, durante el entrenamiento previo para una expedición.En 2010 se convirtió en la primera persona en cruzar el océano Atlántico en un kayak en solitario e impulsado sólo por remos (los récords anteriores se lograron con la ayuda de velas).Pero aquella hazaña, que le tomó 98 días, "sólo fue para probarme a mí mismo y al kayak", aseguró en 2014 a la revista "National Geographic", que le nombró "aventurero del año".Tres años después, Doba repitió el logro con "Olo", que es como bautizó a su embarcación, esta vez desde Portugal hasta Florida, uniendo así los dos puntos más distantes de ambas orillas atlánticasEn 2017, cuando ya contaba 70 años de edad, aún repitió la travesía por tercera vez, viajando desde Francia hasta Nueva Jersey (EE.UU.).Siguiendo la tradición de exploradores y deportistas extremos polacos, aunque actuando casi siempre en solitario, Doba se puso a prueba a sí mismo en varias disciplinas: practicaba el paracaidismo, pilotaba ultraligeros, era capitán de barco y ostentaba varios récords.Entre estos, el de ser el primero en cubrir a nado toda la costa marina polaca (de Police a Elbląg, unos 400 kilómetros) y circunnavegar en kayak el lago Baikal y el Mar Báltico.Sus gestas le valieron la Cruz de Caballero de Polonia de la Orden de Polonia Restituta en 2015 y la Medalla del Centenario de la Independencia Recuperada en 2018.Poco antes de emprender la que sería su última expedición a África, Doba publicó en sus redes sociales imágenes en las que se le veía nadando en lagos helados.
Varios usuarios en redes sociales han destacado y señalado distintos trinos de Gareth Sella, el joven que resultó herido en su ojo izquierdo en hechos confusos esta semana en protestas estudiantiles de Bogotá. Según el propio Sella y sus compañeros de protesta, habría sido una munición disparada por el ESMAD la que ocasionó su lesión ocular que le dejaría prácticamente sin visión en su ojo izquierdo. Sella ha dicho en repetidas ocasiones que no es un vándalo sino un artista que lidera, eso sí, el movimiento 'Escudos Azules' de "resistencia y protesta" contra las injusticias contra líderes sociales y abusos de la Policía. No obstante, otras personas han rescatado trinos suyos, especialmente de la época de las violentas protestas de septiembre y noviembre del año pasado en Bogotá, en la que durante varios días se destruyeron decenas de CAI en toda la ciudad. En tales mensajes, Sella hace llamado al uso de la fuerza: "¡El que quiera romper QUE ROMPA!" dice uno de ellos, sobre las imágenes de un noticiero de TV que registra el momento en que vándalos destruyen el CAI de Villa Luz al occidente de la ciudad. En otro, en el que fustiga a la alcaldesa Claudia López (quien salió a defenderlo y a pedir que se le cuide, atienda y se investigue a fondo cómo resultó herido), le dice que "sus palabras hacen legítimos los abusos de la autoridad" y al final remata con un "les quería decir: ¡QUÉMENLO TODO!"En otro le recuerda, nuevamente a la alcaldesa, quien se refería a lo duro de las marchas y al vandalismo, que "tenemos el derecho de quemarlo todo, de romperlo todo si se nos da la gana":Sella también usaba en ese momento el acrónimo A.C.A.B., que fue usado por los grupos que coordinaron los ataques y la destrucción de los CAI, una sigla que nació en las protestas contra la Policía en Estados Unidos (que significa 'All Cops Are Bastards): Gareth ha insistido en que no es un vándalo sino un artista que está "en pie de lucha contra un Estado narcoparamilitar".
“Hay un paquete de alivios que le llegarán a las actividades que más han perdido como hoteles, gastrobares y restaurantes”, dijo el funcionario.En total, los alivios del Distrito llegarían a cerca de 2.500 establecimientos en la capital."La gran ayuda es cerca de 38 mil empresas que han sido financiadas por el Gobierno Nacional. Los apoyos del Distrito son más limitados, llegarían a 2.500”, afirmó Ramírez.Escuche a Mauricio Ramírez, secretario de Hacienda de Bogotá, en Mañanas BLU:
Un hombre de 88 años fue sorprendido conduciendo a 191 kilómetros por hora en una carretera rural francesa para no llegar tarde a la cita en la que debía vacunarse contra el COVID-19.El límite de velocidad en la carretera donde fue detenido el jueves es de 110 kilómetros por hora, dijo la policía de la región oriental francesa de Bas-Rhin en Facebook.El conductor, un lugareño, "dio como razón de su exceso de velocidad que llegaba tarde a su vacuna contra el COVID", añadió la policía.Los agentes confiscaron el permiso de conducir del hombre y su vehículo.Desde enero, Francia da prioridad a los mayores de 75 años en su campaña de vacunación.La estrategia está dando resultados, según declaró el jueves el primer ministro Jean Castex, ya que la tasa de nuevas infecciones entre los mayores de 80 años ha descendido.