Actores del mercado esperan ahora una pausa en las alzas, que aumentan el costo del crédito para hogares y empresas y que, al frenar la actividad económica, deberían contribuir a aliviar la presión sobre los precios.
Los test de estrés de la Fed tienen una gran importancia para los bancos estadounidenses ya que determinan el capital que deben disponer para hacer frente a posibles emergencias.
"Durante los próximos meses, buscaremos pruebas evidentes de que la inflación se está reduciendo de forma que vuelva a un 2 %", explicó el presidente de la Fed.
La decisión de subir las tasas fue casi unánime: solo el presidente de la Fed de San Luis votó en contra por ser partidario de un alza de medio punto porcentual.