La preocupación última del ser humano solo puede ser respondida por el amor. Creo que no se puede vivir con un propósito, con sentido, si no es desde la experiencia de Amar libre y conscientemente.
Creo que todas las dinámicas sociales que estamos viviendo, hacen necesario y pertinente que hablemos cada vez más de esta decisión tan fundamental. No podemos permitir que el motor de nuestras acciones, reivindicaciones, luchas y esfuerzos, sea el odio.
En este contexto es que he publicado un libro de 311 páginas, en el que ensayo sobre la necesidad de aprender a amar y dejarnos amar, porque sospecho que por mucho que se hable de este tema a lo largo de la historia, somos analfabetas emocionales que nada o poco sabemos del amor; por eso escribí ‘Amar es ganarlo todo’. Leyendo a los clásicos y otros autores, propongo un itinerario para reflexionar sobre la tarea diaria del amor.
La propuesta se construye desde cuatro ejes:
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- El primero es “Amarme”, porque solo desde una buena relación consigo mismo, se pueden construir satisfactorias y realizadoras relaciones con los demás. Sin amor propio no se puede amar a nadie.
- El segundo eje es “Amarte”, allí trabajo la relación con la pareja, con esa persona con la que se ha decidido construir un proyecto existencial en común. La relación de pareja entendida como un espacio en el que se construye la felicidad, en el que se disfruta en todas las otras dimensiones de la vida.
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- El tercer eje es “Amarlos”, y en él recuerdo que solo desde la equidad, la empatía y la compasión es posible sostener relaciones sociales que nos permitan a todos desarrollarnos individual y socialmente.
- El último eje es “Amarlo”, y en él planteo la experiencia espiritual, teniendo claro que no se trata de un cuarto punto más, sino de uno que sustenta y se hace realidad en los otros tres. La experiencia religiosa que conozco y vivo, la cristiana, es una praxis de amor que se realiza en las relaciones cotidianas, o no es nada.
‘Amar es ganarlo todo’ es una invitación a ir más allá del romanticismo y de la poesía, para construir una cotidianidad en la que a través de actitudes y acciones concretas se lleven a cabo proyectos que generen siempre mejores situaciones. Creo en la fuerza del amor, y llámenme optimista, pero yo quiero poner de moda el amor.
Escuche la reflexión de Alberto Linero en Mañanas BLU:
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