El coronavirus se irá, el teletrabajo no: llegó la hora de formalizar el trabajo remoto

Luego de casi 80 días de estar millones de colombianos trabajando desde la casa, por fin el Ministerio de Trabajo emitió medidas que regulan, formalizan, el trabajo remoto, la nueva realidad para millones que, de un día para otro, tuvimos que acoplarnos a la realidad de laborar desde la habitación o la sala de la casa. Las medidas anunciadas ayer por los Ministerios de Trabajo y de Las TIC nos van acercando al tratamiento que merece el verdadero concepto de trabajo remoto, porque hasta hoy, estamos trabajando desde casa, que es distinto. Las diferencias se basan, principalmente, en la formalización y adecuación de los modelos contractuales y los derechos laborales en un esquema remoto, además de la obligatoriedad para empresarios de garantizar los elementos técnicos requeridos, como el computador y celular corporativos para trabajar, y no con los equipos personales como les ha tocado a millones en medio de esta urgencia.En el trabajo remoto la empresa se debe hacer responsable del pago total o parcial del Internet del empleado, aspecto en el que se avanzó ayer con el decreto 771 del Ministerio TIC, el cual indica que quienes ganen hasta dos salarios mínimos y estén trabajando desde casa, tengan derecho a convertir el auxilio de transporte en el subsidio de Internet, por un poco más de 100.000 pesos al mes, para ayudar con el pago de la conectividad con la que trabaja desde su hogar.Si bien la circular 41 del Ministerio del Trabajo contempla aspectos muy importantes para los teletrabajadores como garantizar sus derechos y beneficios laborales, el respeto por jornadas de trabajo claras evitando los abusos, activando el pago para horas extras por trabajo remoto, entre otros, lastimosamente es una medida con la etiqueta de temporal.Vea aquí: ¿Hace teletrabajo? Podría aplicar al subsidio de conectividad El teletrabajo no se irá cuando pase el coronavirus. Estas medidas son una buena base para comenzar la muy necesaria adecuación del marco normativo laboral para potenciar, como se merece, al trabajo remoto y que realmente se convierta en una herramienta que eleve la productividad, la eficiencia y la calidad de vida de empresas y personas, como ocurre en otros países que lo han adoptado con decisión.