¿Mejor solo que mal acompañado?

A juzgar por las peleas y enfrentamientos que se viven en las distintas coaliciones electorales, hay quienes consideran que era mucho mejor negocio irse solo por la Presidencia de la República. Buscar la Presidencia sin aliados le ahorra al aspirante el desgaste y los dolores de cabeza de tener que resolver cada día múltiples chicharrones, con quienes deberían ser sus mejores amigos.

Pero las realidades que viven dos de los “llaneros solitarios” en la actual campaña presidencial indican que sacar adelante esa empresa no es tan sencillo.

En efecto, mientras Rodolfo Hernández cabalga tranquilo en las encuestas y cada día suma más votantes, la candidatura de Óscar Iván Zuluaga no logra despegar. El primero decidió irse solo por la Presidencia y al segundo le tocó después de que varios de los integrantes de la coalición Equipo por Colombia le hicieran el feo y se opusieran a su llegada.

Mientras la candidatura de Hernández se consolida, la de Zuluaga no prende motores. El primero anuncia posibles gabinetes, mientras el segundo aparece en un video, solitario y triste en una playa de Riohacha, pidiéndole a los colombianos que le hablen al oído.

Rodolfo Hernández decidió centrar su estrategia en un mensaje consistente y constante contra la corrupción, el segundo no ha logrado definir cuál es su mensaje. El primero viaja ligero de equipaje, solo con el respaldo de su paso exitoso por la Alcaldía de Bucaramanga, mientras que el segundo carga con el lastre de ser el candidato de un gobierno con los peores índices de aprobación de las últimas décadas.

De manera que si bien es cierto que las coaliciones electorales no pasan por su mejor momento, tampoco está claro que emprender el camino hacia la Casa de Nariño en solitario sea el mejor negocio.