La crisis de salud mental en el país ha alcanzado niveles alarmantes. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en julio de 2024, el 9 % de la población mundial padece algún tipo de problema de salud mental, y el 25 % lo experimentará a lo largo de su vida.
En Colombia, el panorama es igualmente desolador: cada hora, cinco personas intentan quitarse la vida, y al día, nueve personas consuman el suicidio, según datos de Medicina Legal. Estas cifras no solo revelan un problema de salud pública, sino que exigen una acción inmediata y contundente.
Este proyecto busca la creación de un Observatorio Nacional de Salud Mental para monitorear y analizar datos sobre la salud mental en Colombia. Dicho observatorio permitirá tomar decisiones basadas en evidencia y mejorar continuamente las estrategias de atención. Los informes serán públicos mes a mes, garantizando transparencia y rendición de cuentas.
Además, se propone asignar una partida presupuestal específica en la Ley de Presupuesto Nacional para la prevención y el cuidado de la salud mental. Esto asegurará que las iniciativas sean sostenibles a largo plazo y que siempre haya fondos disponibles para atender esta importante área, que ha sido tan afectada.
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Por último, se espera el reconocimiento de factores como la pobreza, el desempleo, la violencia y la desigualdad social, que influyen en la salud mental. Para abordar los desafíos de la salud mental, según la representante, es fundamental trabajar de manera interconectada con una respuesta integral y colaborativa.
Este proyecto se enfoca principalmente en los grupos vulnerables, como las víctimas del conflicto armado, los desplazados internos y las personas en situación de pobreza extrema.
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