Sigue siendo grave el panorama de seguridad en Anorí, Antioquia. Asesinaron a líder indígena del pueblo Zenú, luego de ser retenido junto a otros pobladores, que estaban construyendo escuelas rurales. La JEP rechazó este homicidio.
Una grave denuncia dio a conocer Jaime Rivera, gobernador indígena de Alto San Juan, en San Pedro de Urabá, al indicar que indígenas del pueblo Zenú fueron retenidos de forma forzada en el municipio de Anorí, Antioquia, mientras realizaban labores de trabajo.
Uno de ellos, Iván Causil, líder de la Guardia Indígena, fue asesinado por actores armados ilegales, según la denuncia, por lo que solicitó la intervención de la Defensoría del Pueblo, la Presidencia de la República, la Gobernación de Antioquia y las alcaldías de Anorí y San Pedro de Urabá.
“Que protejan de inmediato unos indígenas zenúes que están construyendo unas escuelas indígenas en los cabildos zenúes de Anorí. Acaban de asesinar a un indígena de nuestro municipio, quien estaba trabajando y un grupo armado se lo llevó y lo acaban de asesinar”, afirmó en su declaración.
Causil también era pareja sentimental de Jessica Paola Rivera, consejera de Salud Propia de la Organización Indígena de Antioquia (OIA), motivo por el que con frecuencia visitaba su municipio y retornaba al Nordeste antioqueño para continuar con sus labores de construcción.
“De una que actúa el Gobierno nacional, el gobierno departamental y les dé protección. Nos están matando en Colombia. Esta guerra no cesa y siguen muriendo y nosotros poniendo los muertos en esta guerra que no nos pertenece”, afirmó.
Por su parte, la Jurisdicción Especial para la Paz, JEP, a través de un comunicado, rechazó este hecho e indicó que representa una vulneración a los derechos del pueblo zenú. La entidad pidió a los grupos armados y a las autoridades nacionales y locales que adopten medidas urgentes que garanticen la vida e integridad de los líderes y lideresas de los pueblos étnicos.
Vale la pena indicar que en el municipio de Anorí hacen presencia grupos ilegales como el Clan del Golfo, las disidencias del frente 36 de las Farc y el Eln, según las autoridades locales, lo que ha implicado varios hechos de violencia recientes e incluso la muerte de dos jóvenes de 15 y 17 años tras la activación de un campo minado.