El gobernador de Antioquia, Andrés Julián Rendón, mostró su preocupación porque Colombia deje de operar helicópteros antinarcóticos de Estados Unidos, tras la suspensión de ayuda exterior, teniendo en cuenta el crecimiento del 16% de los cultivos ilícitos en el departamento de un año a otro.
Luego de que se conociera que, ante la reciente llegada de Donald Trump se retirara la ayuda exterior a casi todos los países y que con ello, por lo menos 18 helicópteros permanecerán en tierra, el mandatario paisa calificó como "grave" el panorama, pues el reciente informe de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, señala que en Antioquia se identificaron un total de 18.785 hectáreas sembradas de coca durante 2023; un área equivalente a casi la mitad de un municipio como Medellín.
Para Rendón, la situación actual se junta con malas decisiones de gobiernos anteriores que frenaron la erradicación manual de cultivos, la sustitución de los mismos y las labores de aspersión aérea.
"Muy grave no contar con la cooperación militar de Estados Unidos y si a todo eso se le agrega la decisión de este gobierno equivocada de la paz total, pues eso es lo que tiene a los grupos armados ilegales popochos, ricos y envalentonados. Muy mal, en los últimos años prácticamente se multiplicó por seis el hectárea de coca que registramos en Antioquia", indicó.
Según el informe de la ONU, Colombia tiene 253.000 hectáreas de hoja de coca sembradas, siendo el país con más narcocultivos.
Volviendo a Antioquia, en el año 2011 se registraban 3.000 hectáreas de coca, dos años después se bajó a 900, pero su incremento actual a cerca de 20.000 generan preocupación.
"No hay una alternativa distinta a combatir el crimen, el delito. Los grupos armados ilegales que usufructúan las rentas criminales del narcotráfico y de la extorsión actividades como la minería. Unos posan de insurgentes, otros de contrainsurgentes, pero la verdad es que lo único que los ocupa, su único propósito es la captura de estas rentas criminales", detalló el mandatario.
Más sobre el informe
No es para menos la inquietud de las autoridades si se tiene en cuenta que en el eje Briceño-Valdivia-Tarazá-Cáceres, en las subregiones del Norte y Bajo Cauca, se encuentra uno de los 15 enclaves productivos más grandes del país y que concentra el 56% de la producción de este producto en el departamento. De allí también el interés de los grupos armados en mantener su influencia sobre el territorio y las comunidades.
Otro de los datos relevantes sobre el departamento es que la subregión del Occidente que hasta 2022 no había reportado cultivos de coca, en 2023 ya tenía casi seis hectáreas en el municipio de Dabeiba, mientras que en el Urabá antioqueño estos incrementaron de un año al otro en un 88% llegando a las 168 hectáreas.
Actualmente hay alerta sobre 30 localidades antioqueñas con presencia de este tipo de cultivos que además coinciden con zonas de interés geoestratégicas para grupos armados, es decir, corredores claves de movilidad para el tráfico de armas, tropas e incluso la misma coca de cara a su exportación hacia centro y Norteamérica.
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