Tras ser arrollado por un presunto conducto ebrio el pasado 27 de septiembre en la autopista norte, y que lo dejó con graves afectaciones en la columna con una lesión en la vértebra L4, las autoridades de tránsito le impusieron un comparendo justificando que estaba transitado por una zona prohibida, es decir la calzada lateral de la calle 106 con autopistas
Según el relato del ciclista, circulaba por el carril derecho cuando el vehículo lo embistió, lo arrolló sobre el capó y el parabrisas, y finalmente cayó a la vía. Ante esto, fue traslado a una clínica donde confirmaron la lesión en su columna vertebral.
Loaiza recibió días después una notificación por un comparendo que argumenta violación a la norma de “transitar en zonas prohibidas”, lo cual lo califica como “absurdo” frente a su condición de víctima.
“Llegó la Policía del CAI y luego la de Tránsito y me llega una notificación de comparendo por transitar en zonas prohibidas, lo cual no tiene lógica”, declaró.
Quien además reafirma la denuncia Juan David Quintero, vicepresidente del Concejo de Bogotá, condenó la sanción: “No podemos normalizar que quien es arrollado termine, además, sancionado. Esto no es ciclistas contra conductores, es la vida primero”. El concejal aprovechó para insistir en acelerar la implementación de agentes especializados de tránsito para ciclorrutas, buscando mayor control en estos corredores y evitar impunidad.
Las autoridades de tránsito respondieron que sí se practicaron las pruebas de alcoholemia al conductor y a los ciclistas, y que los resultados fueron negativos. También anunciaron que revisarán si los funcionarios aplicaron el procedimiento normativo correctamente y que abrirán investigaciones si se encuentran irregularidades.
Este suceso pone en el centro del debate un problema estructural y por eso el grupo de ciclistas pide urgentemente la reglamentación de protección a quienes usan modos de transporte vulnerables, como la bicicleta, en ciudades donde el sistema a veces parece girar en su contra. Cuando un ciudadano sufre lesiones graves en un siniestro vial, que además reciba una multa es una señal de desequilibrio institucional que muchos han comenzado a denunciar.