De la Espriella dice no a consulta de marzo: “No puedo traicionar a quienes firmaron”
Abelardo de la Espriella dice que es un "grave error" dejar solo a Iván Cepeda y definir en marzo quien será el candidato que le hará contrapeso.
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El precandidato presidencial Abelardo de la Espriella confirmó que no participará en la consulta interpartidista de marzo, decisión que atribuye a lo que denomina un “mandato popular” derivado de los más de cinco millones de firmas que respaldaron su aspiración. Durante una extensa entrevista con Néstor Morales en Mañanas Blu, el también abogado insistió en que su candidatura constituye un fenómeno ciudadano que no puede someterse —según afirmó— a “los mecanismos tradicionales de la política”.
“Yo no puedo traicionar a esos millones de compatriotas que firmaron por mí”, sostuvo, descartando cualquier posibilidad de medirse en una consulta oficial. Su negativa contrasta con las expectativas dentro de sectores de centroderecha que buscan una unificación antes de la primera vuelta.
De la Espriella destacó que, pese a que la ley exige 650.000 firmas para inscribir una candidatura presidencial, su movimiento presentó casi ocho veces ese número. Aseguró que la recolección fue completamente voluntaria y sin recursos económicos de por medio.
“No he pagado un peso por esas firmas, aquí no hay dádivas, no hay castas políticas, es fervor popular”, afirmó. Según él, los kits se agotaron en todo el país y las planillas llegaron de manera espontánea desde “todos los rincones de Colombia”.
Para el precandidato, ese masivo respaldo no es solo un requisito administrativo sino una señal política contundente: “Esto no es una candidatura, es un fenómeno popular”.
Uno de los puntos más polémicos de la entrevista giró en torno a la consulta interpartidista de marzo, mecanismo que busca unificar candidaturas del sector no afín al petrismo. Morales le preguntó si participar no le daría un mayor impulso electoral. De la Espriella respondió con firmeza: “Yo no tengo cálculos políticos (…) así supiera que me voy a ganar sobrado la consulta, no lo haría bajo ninguna circunstancia”.
Según explicó, su alternativa era una encuesta pagada por los propios precandidatos, “rápida, verificable y sin costos para el Estado”. Aseguró que esta propuesta fue ignorada y que dejar solo durante cinco meses al candidato de izquierda, Iván Cepeda, representaría un error estratégico similar al que —según él— permitió el triunfo de Petro en 2022.
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Dejar a Cepeda solo es un error garrafal. Eso ya pasó con Petro y ganó
El expresidente Álvaro Uribe ha insistido públicamente en la necesidad de un mecanismo de unidad. De la Espriella aseguró respetarlo profundamente, pero reiteró que ya le comunicó su negativa.
“Debo honrar ese mandato popular. Se lo dije con todo el respeto al mejor presidente de la historia de Colombia”, expresó tras afirmar que su decisión no obedece a cálculos políticos sino a convicción personal.
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El precandidato también abordó el episodio con Miguel Uribe Londoño, a quien dijo haber ofrecido la vicepresidencia hace tres meses. Aunque Uribe Londoño lo negó, De la Espriella enfatizó que se trató de una propuesta auténtica que luego perdió vigencia: “Él reconsideró, pero ya esa posibilidad no estaba”.
En otro segmento, reaccionó al señalamiento del expresidente Uribe sobre presuntos intentos de sectores afines a Cepeda para afectar jurídica o físicamente a ambos. De la Espriella afirmó: “Tengo claro que están tratando de armarme un expediente judicial. Y sí, también hay un plan para asesinarme”.
Sin embargo, recalcó que no busca victimizase: “Llegué tarde a la repartición del miedo”.
Consultado por el momento para presentar propuestas concretas, el precandidato afirmó que la campaña formal comienza en enero, pero que ya ha planteado las líneas generales: seguridad, recuperación del sistema de salud, lucha contra la corrupción, reducción del tamaño del Estado, oportunidades para jóvenes, programas sociales como “Colombia País de Propietarios” y “Matemos el Hambre”.
“Lo que hay es propuestas, todo en su momento”, dijo, defendiendo que su equipo programático y electoral “funciona como un relojito”.
También rechazó etiquetas ideológicas: “No puede ser extrema derecha alguien que cree en el imperio de la ley (…) Lo que defiendo es extrema coherencia”.
El precandidato aseguró no tener inconvenientes en dialogar con Sergio Fajardo, pese a la lejanía política evidente: “Me parece un hombre respetable; yo me sentaría con él”. No obstante, señaló que varios actores políticos lo han vetado: “Me han dicho que conmigo ni a la esquina”.