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Las balas siguen dejando una larga y preocupante lista de víctimas en la ciudad de Cartagena. En el más reciente caso, que ha generado gran conmoción, una asesora comercial de una reconocida marca de alimentos fue asesinada por sujetos armados en una tienda del barrio El Socorro, al suroriente de la ciudad.
Emperatriz Alquerque Suárez, de 38 años, recibió dos impactos de bala, cuando estos hombres llegaron hasta la tienda, donde esta realizaba labores propias y rutinarias de su trabajo.
En el ataque sicarial también resultó herida otra mujer que se encontraba en el lugar, y que fue traslada a un centro asistencial.
En el mes de julio ya son cuatro las mujeres asesinadas en Cartagena, mientras que en lo corrido del año son 13 las víctimas, una cifra que por supuesto prende las alarmas de organizaciones sociales y de mujeres, que piden acciones más contundes a las autoridades distritales.
Manuela Arvilla Herrara, directora de la Red de Empoderamiento de Mujeres de Cartagena, señaló que las víctimas no deben ser vistas como simples estadísticas y que se debe actuar con celeridad.
“Esta situación no puede seguir ocurriendo en la ciudad, exhortamos a la Fiscalía General de la Nación, a disponer de toda su capacidad investigativa para que las muertes y ningún otro hecho violento contra las mujeres se pierdan entre las estadísticas de la impunidad y que las víctimas no sean un número más en esas estadísticas. Exigimos además que las autoridades avancen en la implementación de políticas a transformar el imaginario social que conlleve a entender que la violencia contra la mujer son delitos y violaciones a sus derechos humanos”, indicó.
Según cifras de la Policía de Cartagena, de las 13 mujeres asesinadas, tres corresponden a casos de feminicidios, siete fueron víctimas de sicariato y tres más están por establecer.
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En medio de estas alarmantes cifras, pues la ciudad ya superó el número total de mujeres asesinadas en el año inmediatamente anterior en que se registraron 11 muertes, el alcalde Dumek Turbay citó un consejo extraordinario de seguridad en el palacio de la Aduana, en el que ofreció una recompensa hasta de 50 millones de pesos por información que permita ubicar a los responsables del repudiable hecho.
“Emperatriz era una mujer querida, trabajadora y con muchos seres queridos en la ciudad. No es justo que esto siga pasando y por eso le solicité a la Policía Metropolitana que redoblen sus esfuerzos para luchar contra el feminicidio en Cartagena. Hechos de sicariato como los ocurridos en los últimos días nos llenan de tristeza y empañan el ambiente de tranquilidad por el que seguiremos luchando sin descanso ni dominicales”, sostuvo.
Emperatriz era egresada de comunicación social de la Universidad de Cartagena, deja un hijo de un año de edad. Sus amigos más cercanos la recuerdan como una mujer luchadora, trabajadora, que siempre dio lo mejor de sí por el bienestar de su familia.
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