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Una enorme mancha de hollín que se alza al fondo del altar mayor de la Catedral Metropolitana María Reina, justo al lado del monumento del Cristo Libertador Latinoamericano, es la marca del incendio que el pasado viernes se desató de manera sorpresiva en este icónico templo católico de Barranquilla.
La conflagración no afectó vidas humanas ni alcanzó mayores proporciones, sin embargo, afectó el mural de la Creación que hace cerca de tres décadas fue esculpido allí en alto relieve y con un material inflamable.
Las llamas se extinguieron por sí solas, incluso, antes de que llegaran los bomberos, quienes revisaron el área y plantearon algunas hipótesis sobre las causas del incendio: quizá un cortocircuito, la caída de una luz de bengala lanzada en esta época de Carnaval o las altas temperaturas que pudieron recalentar la zona.
"Ahora estamos en contacto con el artista del mural y con los feligreses para lograr la recuperación de la parte que se afectó, porque hay unas 20 placas que se quemaron", manifestó el padre Álvaro García, párroco de la Catedral, a Blu Radio.
"Gracias a Dios no pasó a mayores, ese es un material que coge fuego con facilidad, pero lo importante fue que se pudo controlar", agregó el religioso.
El sacerdote aseguró que están evaluando los daños para cuantificar las pérdidas y establecer el plan de recuperación de esta importante obra de arte, para el que se espera la colaboración de las autoridades y la feligresía.
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