
En Barranquilla solo hay buenos recuerdos de lo que fue la visita del recién elegido sumo pontífice de la iglesia Católica León XIV, cuando fungía como prior general de la Orden de Agustinianos, cargo que ocupó durante 12 años, desde 2001 hasta 2012, pues hacía parte de su plan misional compartir con las comunidades de la orden en las casas establecidas en Colombia.
En medio de las diferentes visitas, el padre fray Ronald Antívar Muriel, vicario provincial de los Agustinianos en Colombia y rector del colegio Liceo de Cervantes de Barranquilla, lo recuerda como un hombre humilde, afable y risueño, que siempre decía sentirse como en casa cuando estaba en Colombia.
"Tuvimos la oportunidad de haber compartido con él. Él estuvo en Barranquilla, en nuestro colegio Liceo de Cervantes. Estuvo visitándonos y la parroquia San Nicolás. Esta es una parroquia agustiniana. Nuestra misión y nuestro ser misionero tiene que ver también con la fundación de Barranquilla y de mucha parte de la región Caribe", cuenta el sacerdote.

La designación del obispo Robert Prevost como máximo líder de la iglesia católica, lo considera como un "regalo de Dios" para la orden y para los feligreses católicos, por lo que dice que es algo que llenó de alegría a la comunidad.
"Él es un hombre que se considera muy latino. Estuvo trabajando 20 años en el Perú. Él es muy nuestro. Él se sentía aquí como en casa porque trabajar tanto tiempo como misionero en el Perú era un hombre con el que se podía saludar y tratar de manera abierta y sencilla", comenta el también rector.
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Entre tanto, desde la Arquidiócesis de Barranquilla, fue recibido con regocijo este nombramiento, a lo que monseñor Édgar Mejía, obispo auxiliar de la arquidiócesis, señaló que en 2024 tuvo la oportunidad de conocerlo como prefecto del Dicasterio para los Obispos en el curso de obispos en 2024.
"Percibí a una persona muy humilde, muy sencilla, con un sentido pastoral muy amplio, lo cual pude confirmar con sus primeras palabras como Papa. Ese sentido de unidad, de eclesialidad, de diálogo, de seguir en el camino de la senilidad, sin lugar a dudas va a ser continuidad de la labor hecha por el papa Francisco. Al final, la Iglesia es una y su misión es siempre la misma. Que el Señor acompañe al papa León XIV en esta nueva misión”, indicó monseñor Mejía.