José Urreste, esposo de Andrea Macán, contratista de la Gobernación del Cauca secuestrada por disidencias de las FARC, rompió el silencio para enviar un mensaje claro: “Si dicen que luchan por el pueblo, deberían liberar a esta parte del pueblo que somos nosotros”.
En entrevista con Blu Radio, Urreste habló con serenidad, pero con firmeza. Aunque se conoció recientemente una prueba de supervivencia, en la que aparecen Andrea y los otros secuestrados con vida, el momento sigue siendo angustiante. “Afortunadamente están con vida y en buen estado de salud, más no anímico”, explicó.
Andrea Macán formaba parte de una feria institucional que buscaba llevar servicios del Estado a zonas apartadas. “Ellos estaban trabajando precisamente en una feria de servicios en el sentido de llevar a la comunidad todo lo que tiene la Gobernación del Cauca”, contó Urreste, dejando claro que su esposa y los demás capturados estaban cumpliendo una labor humanitaria, no política ni militar.
“Nadie estudió en Harvard”
Durante la conversación, José dejó una frase que refleja la indignación de las familias: “Ahí entre los miembros nadie es de la élite. Nadie estudió en Harvard. Nosotros también hacemos parte del pueblo”. Una afirmación que desarma el discurso de las disidencias, que aseguran actuar en nombre del pueblo colombiano.
Por eso, el mensaje fue directo: “Que cumplan lo que dicen al final en su comunicado, que luchan por el pueblo. Nosotros también somos el pueblo”.
Zona controlada, viaje autorizado
Urreste también aclaró que el viaje a López de Micay no fue improvisado. “La ida estaba autorizada por parte de ellos. Todos los actores estaban enterados de la actividad”, aseguró. Añadió que, por tratarse de una zona de difícil acceso, cualquier desplazamiento oficial se informa previamente para evitar riesgos.
Actualmente, el Comité Internacional de la Cruz Roja es la única organización autorizada para entrar a la zona y está al frente de las gestiones para la liberación. “Desde ayer están trabajando en eso. Es la única entidad con permiso para actuar”, indicó.
La familia de Andrea y las demás víctimas mantienen la esperanza. Mientras tanto, repiten lo evidente: el pueblo también está del otro lado.