La subdirectora de enfermedades no transmisibles del Ministerio de Salud, Nubia Bautista, calcula que las llamadas en busca de atención por enfermedades mentales aumentaron en un 30 %, especialmente de personas con crisis de ansiedad por el encierro que está cumpliendo un mes.
Sin embargo, también se empezaron a evidenciar cuadros de depresión, la intención suicida, y la violencia contra las mujeres y los niños. Estos sentimientos podrían estar generando un aumento en el consumo de sustancias psicoactivas, de tabaco y de alcohol.
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Una de las primeras señales de alarma es el insomnio, pero la falta de sueño no evidencia necesariamente que existe una afectación psicológica, podría ser consecuencia de la falta de actividad física. Sin embargo, las preocupaciones, los sentimientos de temor y la incertidumbre son enemigas del sueño.
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Para combatir esta problemática, se sugiere no dedicar demasiado tiempo a las pantallas, no trabajar en la cama y combatir el insomnio sin la televisión u otros elementos que generen demasiados estímulos. Leer podría ser una buena opción.
Al igual que los adultos, los niños también son susceptibles a tener problemas psicológicos y los signos de alarma son los cambios en el sentido del humor con irritabilidad, inapetencia, mayor aislamiento de la familia y, en casos más críticos, podrían dejar de disfrutar el juego.
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El Gobierno está brindando apoyo psicológico a través de la línea 192, la misma que se destinó para resolver las dudas sobre el coronavirus, pero oprimiendo la opción 4.
Bautista dice que la salud mental de los colombianos es un factor que tiene mucho peso a la hora de tomar decisiones relacionadas con la pandemia.
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