Los primeros párrafos de todos los cuentos y relatos de Gabriel García Márquez

Entre conocedores y aficionados a la literatura se dice que la piedra angular de un buen relato, además de su argumento y el buen uso de la palabra escrita, es el inicio. No son pocos los manuales de redacción y cátedras especializadas que insisten en que el arranque, la primera frase, de un cuento o novela, debe atrapar al lector de manera fulminante.

El propio Gabriel García Márquez relataba en el prólogo de ‘Doce cuentos peregrinos’ (1992) que “en el primer párrafo (…) hay que definir todo: estructura, tono, estilo, ritmo, longitud, y a veces hasta el carácter de algún personaje”.

Tal vez, el ejemplo más extendido es el inicio de ‘La Metamorfosis’ (1915) de Franz Kafka: “Cuando Gregorio Samsa se despertó una mañana después de un sueño intranquilo, se encontró sobre su cama convertido en un monstruoso insecto”.

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De vuelta a la obra de García Márquez, sin duda el de ‘Cien años de soledad’ (1967) es el inicio más icónico de la historia de la literatura colombiana: “Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo”.

Gabo, quien cumpliría 91 años este 6 de marzo, fue uno de los autores en lengua española que mejor dominó el oficio al que dedicó la mayor parte de su vida. Entre los primeros párrafos de cada una de sus obras hay frases carismáticas y memorables, que ocultan tras de sí un brillante dominio del lenguaje y el ingenio.

En conmemoración de su natalicio, vale la pena repasar el arranque de todos los cuentos que el nobel colombiano publicó en vida; 41 relatos cortos puestos en circulación entre 1962 y 1992, incluidos en los libros ‘Los funerales de la Mamá Grande’ (1962), ‘La increíble y triste historia de la cándida Eréndira y de su abuela desalmada’ (1972), ‘Ojos de perro azul’ (1974) y ‘Doce cuentos peregrinos’ (1992).

¿Por qué cuentos? La bibliografía de Gabo incluye novelas, guiones, crónicas, reportajes, columnas de opinión y recopilaciones de relatos, pero es este último género uno de los que, durante años y de manera poderosa, más llamó la atención de autores del llamado boom latinoamericano, como Horacio Quiroga, Juan Rulfo, Julio Cortázar, entre otros.

Precisamente, Cortázar entendía el cuento como una “implacable carrera contra el reloj” y en su libro ‘Último round’ (1969) se refería a la gran importancia de este género narrativo de la siguiente manera: “El cuento contemporáneo se propone como una máquina infalible destinada a cumplir su misión narrativa con la máxima economía de medios”.

Estos son los primeros párrafos de todos los cuentos publicados por Gabriel García Márquez: