En el municipio de Galapa, Atlántico, el toque de queda continuo de este fin de semana se vio afectado por la aglomeración de decenas de pobladores que salieron a las calles a dar el último adiós a un reconocido locutor del municipio.
El sepelio se salió de control de las autoridades y se convirtió en aglomeración.
Los pobladores salieron de sus casas cuando ya regía el toque de queda continuo, con globos, velas y algunos hasta con música decidieron despedir al reconocido locutor Juan Enrique Pérez, el más querido del municipio de Galapa.
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Frente a este hecho, unidades de la Policía acompañados del Ejército, cerraron las vías alternas para despejar la calle principal por donde transitaba el carro fúnebre y evitar que más personas se sumaran a la asistida despedida.
Inicialmente, las autoridades alcanzaron a imponer comparendos, pero eran tantos los infractores que al final se les hizo imposible.
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