Según la entrenadora, este tipo de Yoga agresivo “es muy terapéutico” y lo descrubió luego de una ruptura sentimental en la que, mientras practicaba el Yoga tradicional comenzó a gritar e insultar, algo que le habría ayudado anímicamente.
“Cuando empecé a ir a clases de yoga me sentía como que no encajaba realmente, y eso que probé en muchos estudios diferentes. Existe un enfoque muy serio e inexpresivo, un enfoque excesivamente sereno de las cosas. Pero yo no funciono así”, dijo Istace a la cadena CBC News.
Explicó que decidió crear una práctica que la hiciera sentir cómoda y al final descubrió que no era la única que necesitaba una actividad similar, por lo que tuvo una gran acogida en su ciudad.
Actualizado: abril 29, 2016 08:42 p. m.