
Las personas celosas suelen experimentar inseguridad, miedo o ansiedad ante la posibilidad de perder algo o alguien que consideran valioso, especialmente en relaciones interpersonales. La celosía puede manifestarse en distintos ámbitos, como el amoroso, la amistad, el trabajo o la familia.
Por otro lado, es una acción que se ha normalizado en la vida cotidiana, aun así resulta importante, según la psicología, reconocer los rasgos que caracterizan a una persona celosa.
Este es el perfil de una persona celosa
Según la psicología, las personas celosas suelen caracterizarse por un nivel bajo de autoestima que se refleja en la falta de seguridad en sí mismos.
Suelen ser dependientes a nivel emocional y necesitan la certeza constante de que no los engañan.
Publicidad
Por otro lado, algunos comportamientos según la psicología se basan en la posesión, tratando de disponer de la pareja como un objeto de su propiedad. Además, estas personas no necesitan motivos reales para sospechar de su pareja y así controlarla. A su vez, se justifica en el amor que siente por ella, que se comporta así porque la quiere, legitimando de esta forma su conducta.
Existen personas que, durante los momentos en los que suceden discusiones por celos, luego se sienten alagadas y queridas al momento en el que la pareja, amigos o incluso la familia muestra celos.
Ante esto, la psicología señala que en esos momentos cuando ocurre lo mencionado anteriormente se centra en una idealización de demostración de amor condicionado por una cultura de amor romántico.
En la psicología se dividen en celos patológicos y celos obsesivos:
Publicidad
Celos patológicos: los celos son una emoción presente en mayor o menor grado en todas las relaciones de pareja , originada por el temor a perder a alguien querido. Se consideran una reacción natural y suelen surgir como una expresión del afecto.
No obstante, cuando los celos se intensifican de manera excesiva, aparecen con frecuencia o carecen de justificación, se convierten en celos patológicos. En estos casos, están más vinculados a la inseguridad y la necesidad de control que al verdadero amor.
Celos obsesivos: los celos obsesivos generan un círculo vicioso que deteriora la relación de pareja y, en muchos casos, desemboca en su ruptura. El problema radica en que la persona celosa percibe la realidad de manera distorsionada y desarrolla una actitud compulsiva. Gran parte de su tiempo y energía se centra en buscar indicios de una posible traición , ignorando cualquier prueba o argumento lógico que demuestre lo contrario. Así, su propio comportamiento termina causando aquello que más teme: la pérdida de la persona amada.