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El pastor Andrés Corson nos recuerda en su reflexión dominical la importancia de ser verdaderos imitadores de Cristo, tal como lo enseñó el apóstol Pablo: "Sean imitadores de mí, como yo de Cristo" (1 Corintios 11:1). Para cumplir este llamado, debemos seguir el ejemplo de Jesús en todo, desde su vida de oración hasta su dependencia total del Espíritu Santo.
Lucas 4:18-19 nos muestra la declaración de la misión de Jesús: "El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para anunciar buenas noticias a los pobres; me ha enviado a proclamar libertad a los cautivos y dar vista a los ciegos, a poner en libertad a los oprimidos". Como creyentes, nuestro enfoque debe estar en predicar el Evangelio y hacer discípulos, sin distracciones.
Además, destaca que el poder del ministerio de Jesús no radicaba en su condición de Hijo de Dios, sino en su dependencia del Espíritu Santo. Por eso, antes de realizar milagros, primero fue bautizado y lleno del Espíritu (Lucas 3:21-22). Del mismo modo, los creyentes necesitamos esta llenura para cumplir eficazmente nuestra misión.
Finalmente, la reflexión nos desafía a vivir como luz en un mundo de oscuridad (Mateo 5:14-16), reflejando el amor de Cristo a través de nuestras acciones.
Escuche la reflexión completa aquí:
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