Carlos Diehz, un arquitecto mexicano radicado en Canadá, nunca imaginó que su primera incursión en el cine lo llevaría a las puertas del Oscar.
A los 53 años, interpretó al cardenal Benítez en 'Cónclave', la película del momento, que coincide de forma impactante con la muerte del papa Francisco. En entrevista con Mañanas Blu con Néstor Morales, el actor reveló cómo una vocación tardía por la actuación y una antigua inclinación religiosa lo llevaron a encarnar uno de los papeles más comentados del año.
“Cuando las cosas deben ser, van a ser, y pase lo que pase, acaban sucediendo”, expresó Diehz, recordando cómo, después de 30 años de carrera como arquitecto, decidió darle una oportunidad seria a la actuación.
La actuación, aunque presente como inquietud desde la juventud, permaneció relegada hasta que sus hijos abandonaron el hogar. En plena pandemia, y con clases en línea desde Los Ángeles, Diehz recibió una advertencia que cambió su enfoque:
“Si esto lo ven como un pasatiempo, no me hagan perder el tiempo”, le dijo su primer coach de actuación. Fue entonces cuando decidió tomarlo en serio.
Durante más de un año, se formó en talleres, consiguió una agente, y audicionó hasta 60 veces para distintos papeles.
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La oportunidad llegó cuando apareció el casting de Cónclave. El personaje buscado tenía un perfil físico y espiritual sorprendentemente similar al suyo: esbelto, de tez morena y con una historia personal conectada con la vocación sacerdotal.
Yo quería ser sacerdote en mi adolescencia. Esta fue la oportunidad de vivirlo, aunque fuera de manera ficticia
Una actuación que desafía al Vaticano
La película Cónclave, basada en el libro de Robert Harris, no solo explora las intrigas del Vaticano tras la muerte de un Papa, sino que plantea profundas preguntas sobre identidad, fe y política. Carlos Diehz interpreta al cardenal Benítez, un personaje que representa la entrega espiritual frente a las maniobras políticas del cónclave papal.
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“Benítez encarna la voluntad de los que se entregan, de los que son fieles a su naturaleza cuando otros están entregados a los juegos de poder”, explicó Diehz.
La coincidencia de la muerte del papa Francisco con el estreno de la cinta ha generado aún más atención sobre la película. Benítez, elegido Papa en la ficción, es un reflejo espiritual del propio Francisco: austero, cercano al pueblo y profundamente humano.
La película plantea interrogantes sobre lo que significa ser “apto” para liderar la Iglesia, y si las normas tradicionales siguen siendo válidas en un mundo cambiante.
“¿Esto lo descalifica para guiar la Iglesia? El arte no es para dar respuestas, sino para formular preguntas”, reflexionó Diehz. “¿Por qué esto me incomoda? ¿Por qué siento que está fuera de lugar?”
El actor defiende que el final de la película es una invitación al espectador para cuestionar sus prejuicios y comprender que la naturaleza humana no debería ser un obstáculo para el amor, la fe y el liderazgo espiritual.
La vida después de 'Cónclave'
Carlos Diehz hoy vive en Vancouver, alejado del bullicio de Hollywood, pero más cerca que nunca de su propósito. Aunque no figura en los créditos principales de la película, su interpretación ha sido alabada en festivales internacionales y mencionada en listas de posibles nominaciones al Oscar.
“Estoy contento, pero también con sentimientos encontrados por la pérdida del Papa. Ojalá el siguiente continúe su labor de acercamiento y de amor”, expresó con respeto.
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La historia de no solo inspira por su inesperado ascenso al estrellato, sino por recordarnos que nunca es tarde para reinventarse y que las vocaciones del alma, aunque postergadas, siempre encuentran su camino.
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