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El aviso de la comunidad sobre el transformador que botaba aceite en el barrio La Esmeralda, en el sur de Barranquilla, terminó con la explosión de este elemento eléctrico que los mantiene sin luz desde hace 6 días.
Al calvario de las excesivas facturas que, según denunció Vicenta Cáceres, no corresponden con el consumo real de los usuarios, se suma la falta de asistencia por parte de Electricaribe al ser uno de los barrios en condición de subnormalidad eléctrica.
"Son recibos que vienen de $200.000 y $300.000 en estrato 1 bajo. Hace años estamos pidiendo a Electricaribe y nuestro alcalde que nos normalicen porque, por ser un barrio subnormal, cada vez que se daña el transformador nos toca comprarlo a nosotros", sostuvo Cáceres.
José Cassiani es profesor de un colegio del Distrito y está a punto de perder su empleo por cuenta de las falencias del servicio.
"Aquí hay personas asmáticas, diabéticas, niños y mujeres embarazadas. Hay profesores en el sector que no hemos podido trabajar, amenazados con la terminación de nuestros contratos porque no hemos presentado clases sincrónicas con nuestros estudiantes. Cada vez que se va la luz, se va la señal de internet", precisó el docente.
Aunque, según la comunidad, el barrio cuenta con todas las condiciones para ser normalizado, habitantes de La Esmeralda hacen parte de las más de 22.000 familias en Barranquilla que vive, desde hace más de 50 años, en condiciones de subnormalidad eléctrica.
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