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La médium Julieth Arredondo y el investigador paranormal John Barrera descubrieron el caso tras contactar con los encargados del negocio; esa llamada telefónica inquietó al equipo investigador porque conocieron que la funeraria fue inaugurada en 1910, por lo que la energía de las almas de los muertos se acumuló con el pasar de las décadas, por lo que las manifestaciones paranormales eran comunes.
“Sonidos, voces, fenómenos poltergeist, fenómenos de olor”, así describe Barrera este caso, quien añade que los testigos directos “cuentan que los antiguos encargados de la funeraria, sus padres y abuelos, tuvieron contacto y experiencias paranormales. El encargado de preparar los cuerpos cuenta que siente fuertes ruidos a sus espaldas y no sabe explicar por qué”.
Julieth Arredondo, por su parte, explica que al momento de posar sus pies en aquel lugar se sintió incómoda, pues “son muchas las emociones que pude sentir, están plasmadas en ese lugar por todas las personas que han pasado por allí”.
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La historia más recurrente entre los visitantes de la funeraria y quienes acuden a velar a sus familiares, es la visión de una niña de aproximadamente 12 años, “lleva apareciéndose allí más de 50 años; es muy notable que su vestimenta no es acorde a esta época, tiene una bata antigua hasta los tobillos, como se usaba tradicionalmente en las funerarias del siglo pasado”.
La médium logró un contacto con ese espíritu y narra que la menor falleció debido a una enfermedad respiratoria. “Según la propietaria de la funeraria, la niña se acercaba a hablar y se iba; no era solo una sombra o silueta, se veía físicamente, vestida con una mortaja de blanco total”.
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Escuche en este audio detalles de la investigación de Expediente Paranormal en la funeraria de Sogamoso.