Artículos que no pueden faltar en la maleta de viaje: no llevarlos puede dañarle el paseo
Con la temporada decembrina, millones planean viajar. Pero la ausencia de artículos cruciales que todos olvidan podría arruinarle el paseo.
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Empacar una maleta parece sencillo, pero cualquiera que haya viajado sabe que un olvido puede arruinar el arranque del paseo. Desde un cargador olvidado hasta una muda de ropa mojada sin dónde guardarla, los pequeños descuidos se convierten en grandes incomodidades. Una buena preparación evita gastos de emergencia, reduce estrés y permite concentrarse de lleno en disfrutar el destino.
Cada viaje es distinto, pero hay objetos que cumplen una función universal: facilitan, organizan y protegen. No importa si el itinerario es de playa, montaña o ciudad, estos elementos son indispensables para arrancar con el pie derecho.
Los jeans son la prenda comodín por excelencia: combinan con todo, aguantan varios días de uso y funcionan tanto para un recorrido turístico como para una salida casual. Su versatilidad permite empacar menos ropa sin sacrificar comodidad.
Es el artículo que parece insignificante hasta que se necesita. Una bolsa impermeable evita que la ropa seca termine mezclada con prendas húmedas después de visitar la playa o la piscina. También protege aparatos electrónicos, documentos y accesorios cuando llueve o hay humedad.
Aun cuando los hoteles ofrecen amenities, siempre es mejor llevar los productos propios: cepillo y pasta dental, desodorante, shampoo, gel antibacterial y protector solar. Si el viaje incluye vuelo, los líquidos deben ir en envases de máximo 100 mililitros.
Los imprevistos no avisan. Un botiquín con analgésicos, antiácidos, vendas, curitas, desinfectante y repelente de insectos puede salvar el día. Si va en equipaje de mano, hay que evitar tijeras u objetos cortopunzantes.
Un cargador olvidado puede convertirse en un dolor de cabeza. En viajes internacionales, es indispensable incluir un adaptador de corriente adecuado al tipo de enchufe del país, para que ningún dispositivo se quede sin batería.
Además de los esenciales, hay objetos que, aunque pequeños, marcan la diferencia:
También hay elementos que suelen olvidarse, pero son clave: medicamentos personales, alcohol en gel, bolsas de compresión para ropa sucia, un pequeño candado, toallitas húmedas, un bolígrafo y una linterna o la del celular totalmente cargada.
Muchas personas creen que viajar dos semanas obliga a llevar una maleta grande, pero no siempre es así. Empacar ligero ahorra tiempo en aeropuertos, evita costos adicionales y reduce el riesgo de pérdida de equipaje.
Lo primero es revisar las normas de la aerolínea sobre tamaño y peso. De ahí se elige la maleta de cabina más amplia permitida. Luego viene la planificación: definir prendas combinables, hacer una lista días antes y seleccionar ropa que pueda usarse de distintas formas.
Los cubos de embalaje son aliados para mantener todo organizado y optimizar el espacio, especialmente en viajes con varias paradas. Un truco útil es aprovechar el interior de los zapatos para guardar medias o accesorios. También es recomendable llevar una bolsa para la ropa sucia y minimizar los envases de líquidos, recordando el límite de 100 mililitros en cabina.