Imagina un lugar donde el sol nunca se pone durante meses. En las regiones cercanas al Polo Norte, durante el verano, un fascinante fenómeno conocido como las Noches Blancas o Sol de Medianoche transforma por completo la vida cotidiana, ofreciendo 24 horas de luz al día. Pero, ¿cómo es realmente vivir así y qué implicaciones tiene para sus habitantes? El youtuber Luisito Comunica viajó hasta allí.
Este acontecimiento natural ocurre debido a la inclinación del eje de la Tierra. Durante los meses de verano, el Polo Norte se inclina hacia el sol, lo que provoca que, en territorios situados al norte del Círculo Polar Ártico, el sol no llegue a ocultarse por completo durante semanas o incluso meses. Ciudades en Suecia, Finlandia, Noruega, Rusia, Alaska, Groenlandia y Canadá son testigos de esta peculiaridad. Por ejemplo, en Svalbard, Noruega, el sol no se oculta desde el 20 de abril hasta el 22 de agosto.
Vivir sin la oscuridad de la noche presenta desafíos únicos. Las personas a menudo pierden la noción del tiempo, olvidando cuándo deben comer o dormir. Esta constante luz diurna puede desorientar al cerebro y dificultar conciliar el sueño, invirtiendo los horarios corporales. Para combatirlo, los habitantes recurren a soluciones como tapar sus ventanas con tablas de madera o cortinas oscuras (blackout).
Más allá de la desorientación, las condiciones de luz perpetua (y la oscuridad total en invierno) se asocian con graves problemas de salud mental. Se registran mayores niveles de depresión, consumo de alcohol y otras sustancias, y un aumento en el porcentaje de apuestas y tentativas de autolesión o suicidio, especialmente durante los meses de invierno cuando falta la luz. La falta de luz solar en el invierno puede acentuar estos problemas.
A pesar de la luz constante, los horarios de trabajo no cambian; la mayoría de los negocios cierran entre las 6 y 8 de la noche, y las calles pueden sentirse como un "pueblo fantasma" señaló el youtuber por la noche. Sin embargo, la región también es sorprendentemente moderna, con excelente velocidad de internet, señal telefónica y una alta presencia de comercio electrónico.
La región ofrece experiencias y realidades fascinantes:
- Kiruna, Suecia: La Ciudad en Movimiento Kiruna no solo experimenta las Noches Blancas, sino que toda la ciudad se está moviendo pieza por pieza. Esto se debe a la mina de hierro subterránea más grande del mundo en la región, cuya constante extracción de minerales ha debilitado el suelo, poniendo en riesgo las estructuras. Casas, edificios históricos e incluso la icónica iglesia de Kiruna (de más de 110 años de antigüedad) están siendo reubicados o demolidos. Se está construyendo una carretera especial para mover la iglesia 3 km en agosto de 2025. Incluso se plantea reubicar las tumbas del cementerio, una operación muy delicada. Los habitantes de Kiruna conviven con las explosiones diarias de la mina que se sienten como vibraciones en el suelo alrededor de la 1:15 - 1:30 AM.
- El Hotel de Hielo Una de las mayores atracciones turísticas es el Hotel de Hielo, con habitaciones, esculturas y un bar literalmente hechos de hielo, mantenido a temperaturas bajo cero (-8 a -12°C) incluso en verano. Es una experiencia impresionante y costosa, con precios que oscilan entre $500 y más de $1,000 por noche.
- Cultura Sami y Recreación En estas regiones, es posible interactuar con renos, animales fundamentales para la etnia Sami, los pueblos indígenas de Laponia. Los Sami habitan partes de Suecia, Finlandia, Noruega y Rusia, y aunque muchos viven de forma moderna, conservan tradiciones como la cría de renos y la elaboración de artesanías. Su cultura se ve afectada por la expansión minera, que a menudo desplaza a estas comunidades. La bandera Sami, creada en los años 90, simboliza el sol de medianoche y las noches polares.
- Noruega bajo el Sol de Medianoche En Noruega, el sol de medianoche colorea el cielo y la tierra de un tono amarillo-rojizo, creando paisajes impresionantes. La constante luz permite extender las actividades diurnas. Se pueden realizar safaris de ballenas, baños de medianoche, jugar al golf, andar en bicicleta, remar o pescar a cualquier hora. Ciudades como Tromsø (conocida como la París del Norte) o islas como Svalbard (hogar de osos polares) ofrecen experiencias únicas bajo la luz perpetua.
En definitiva, vivir en estas latitudes durante el verano es una experiencia surrealista y transformadora, que desafía nuestra percepción del tiempo y el ritmo de vida. Es ser parte del 0.1% de la población mundial que experimenta esta realidad como su día a día.