Según los creadores de este vibrador, la idea es poder ver imágenes de su vagina y poder explorarla durante el acto sexual.
Incluso, explican, podrá grabar y tomar selfies de su parte íntima.
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Cuesta 120 libras esterlinas y todo parece indicar que más de una ya lo usa, pues en los primeros días del lanzamiento se vendieron todas las unidades de ‘stock’.