a Dream" ("Tengo un sueño") expresaba sus esperanzas de que al fin las relaciones entre comunidades fueran armoniosas.
Aquellas palabras están grabadas en los escalones del monumento en el lugar preciso donde pronunció ese discurso, desde los tiempos en que el presidente Lyndon Johnson promulgó las leyes sobre derechos civiles en 1964 y 1965.
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La histórica "Marcha por Trabajos y Libertad" de agosto de 1963 que se recordó este sábado canalizó un malestar latente de injusticias sociales y contribuyó a cambiar la dinámica de un país cuyos legisladores miraban hacia el otro lado ante los abusos.
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Aquel día, King tomó el micrófono para recordar que un siglo después de la abolición de la esclavitud los descendientes de africanos en EE.UU. eran ciudadanos de segunda clase, vivían segregados, maltratados por las autoridades y condenados a ser pobres.
El movimiento pacífico abanderado por King logró la aprobación de la Ley de los Derechos Civiles (1964) y la Ley del Derecho al Voto (1965), normativas diseñadas para prohibir la discriminación por razón de raza, género, religión y nacionalidad, y bloqueaban iniciativas destinadas a desincentivar el voto de las minorías.
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Washington celebra hasta el 28 de agosto este aniversario con servicios religiosos, una marcha que recorrerá el mismo trayecto que hace 50 años, un "festival de la libertad" y conferencias, debates, conciertos y exposiciones.
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El punto alto de las celebraciones será el miércoles, cuando Barack Obama, primer presidente negro de Estados Unidos, pronuncie un discurso frente a la estatua de Lincoln.