Avanzamos cada vez más a un mundo digital. Es paradójico que alguien como Elon Musk, que cumple un papel relevante en este proceso, se niegue a normalizar acciones que lo benefician.
Creo que malgastar la vida en la separación y sufrir después de ella es una decisión personal, pero lo que debe quedar claro es que ninguna ruptura amorosa es el fin del mundo.
En medio de un mundo que cree que la única verdad está en los datos, vale la pena recordar que es la interpretación la que crea relaciones y proyectos.
Hay un tono de superioridad moral y de clasismo intolerable. Nadie tiene más dignidad que nadie, a los niños y niñas no se les puede negar el derecho a la educación.