La planeación debe ser muy consciente, muy precisa y concreta. No se trata de colgar en el árbol imaginario del 2022 todos los deseos que tenemos desde niños.
Evaluemos responsabilizándonos de la vida sin complejos, ni miedos, sabiendo que el destino está en nuestras manos y que podemos hacer que sea el mejor posible.
He sido testigo de la unión de dos ilusionados seres, pero también de rupturas de todo tipo: las cordiales, las agresivas y las impuestas por situaciones inmanejables.
La mejor manera de prepararse para la noche de Navidad es tener un corazón leal, sincero, solidario, capaz de perdonar y fuerte para que siga palpitando.
Es necesario ser muy conscientes de lo que se está consumiendo, ya que muchas veces por los mismos efectos del alcohol, se termina sin tener claridad de lo que se está tomando.