Santos y la prensa: columna de Óscar Montes

Cada vez que puede el presidente Juan Manuel Santos dispara munición gruesa contra la prensa. Acaba de irse lanza en ristre contra la revista Semana por cuenta del artículo de su portada más reciente que título “El plan para refundar las Farc”. 

Para Santos se trata de un artículo “falso e irresponsable”, que se escribió, según él, con el propósito de “vender más revistas”, así lo declaró en entrevista que concedió a la periodista María Jimena Duzán.

El artículo de Semana es una denuncia sobre los planes que tendrían más de una veintena de disidentes de las Farc, entre ellos alias Guacho, para reorganizar y “refundar” la extinta organización guerrillera.

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De acuerdo con la información, “los disidentes que pertenecieron al bloque Oriental son la mayor amenaza para el Estado, en lo que podría ser la configuración de un nuevo enemigo”.

A ningún gobernante le gusta que lo critiquen, mucho menos que se metan con su principal legado, como es la negociación con las Farc, en el caso de Santos.

Dicha negociación le valió al presidente saliente múltiples reconocimientos internacionales, entre ellos el premio Nobel de Paz.

En el caso de los medios de comunicación nacionales la inmensa mayoría fueron generosos con Santos, incluyendo Semana. Bastante que la revista le sirvió al Gobierno en su propósito de “aclimatar” los diálogos con las Farc. Las portadas en las que se destacan las bondades de los acuerdos son innumerables. En esos momentos muy pocas palabras descalificadoras contra Semana salieron de labios de Santos, como tampoco arremetió contra Nicolás Maduro, el sátrapa gobernante venezolano, mientras fungía de “garante” de la negociación con las Farc.

Ahora pide a Trump y a Putin que le cierren todas las puertas. El Presidente Santos tiene todo el derecho de criticar a quienes lo critican. Pero primero debería recordar las veces que sacó provecho de quienes actualmente denuncian una realidad inocultable, como sucede con el artículo de Semana y las posibilidades de que las Farc resurjan con más fuerza.

No le queda bien a él, que viene del corazón de los medios de comunicación, emprenderla con quienes se portaron con su gobierno con excesiva generosidad.