Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Reciba notificaciones de Blu Radio para tener las principales noticias de Colombia y el mundo.
No activar
Activar

Publicidad

Una reflexión sobre el Periodismo: Columna de Óscar Montes

El panelista habló sobre la labor del periodista.

296895_Blu Radio/ Panelista de BLU Radio Barranquilla, Óscar Montes. Foto: Cortesía
Blu Radio/ Panelista de BLU Radio Barranquilla, Óscar Montes. Foto: Cortesía

Tiene toda la razón Ryszard Kapuscinsky, ese gran maestro del periodismo universal, cuando afirma que "las malas personas no pueden ser buenos periodistas". Así de simple. Un buen periodista debe ser ante todo una buena persona.

¿Y qué es ser buena persona? Para Kapuscinsky ser buena persona es ser humilde, es estar del lado de los más débiles, los más indefensos y los más vulnerables.

Es ponerse en sus zapatos para poder contar su tragedia y su dolor, pero también sus luchas y sus logros.

Ser buena persona es tener la nobleza y la disposición para nunca dejar de aprender.

Publicidad

Kapuscinsky también sostuvo que "los cínicos no sirven para este oficio". ¿Y quiénes son los cínicos? Los indolentes, las avarientos, los que trafican con la información y con el dolor del prójimo, los que se valen de este noble oficio para hacer daño, los que llegaron hasta aquí para enriquecerse.

Lea también: ¡Ni una más porfavor! Columna de Óscar Montes

Publicidad

Esos son los cínicos. El periodismo es un apostolado cuya razón de ser es la búsqueda de la verdad. No puede haber motivación distinta.

Los cínicos son aquellos que llegan a este oficio para llenarse los bolsillos de plata vendiendo su conciencia al mejor postor.

En alguna oportunidad Oriana Fallaci sostuvo que para ella el periodista debe ser contrapoder. Es decir, tiene la obligación de estar del otro lado de quienes ostentan el poder.

Para la legendaria periodista italiana, autora de "Entrevista con la historia", uno de los libros emblemáticos de las facultades de Comunicación Social y Periodismo, la razón de ser de este oficio es poder desnudar las debilidades de quienes gobiernan y toman decisiones por nosotros.

Publicidad

Hoy que celebramos en Colombia el Día del Periodista es una buena oportunidad para reflexionar sobre el momento que atraviesa el oficio más hermoso del mundo, como lo definió Albert Camus. Por fortuna tenemos muchos y muy buenos espejos donde mirarnos.

Hay huellas de grandes maestros que nos antecedieron y que nos marcaron el derrotero. Hay antorchas encendidas que nos guían y no podemos dejar apagar.

Publicidad

Hoy más que nunca tenemos que hacer grandes esfuerzos por recuperar la credibilidad perdida. Esa es nuestra mayor riqueza y nuestro único patrimonio.

Si perdemos la credibilidad, apaga y vámonos. Un periodista sin credibilidad no es periodista, así tenga medios de comunicación a su servicio o preste sus servicios a distintos medios de comunicación.

Los periodistas tenemos la obligación de ganarnos de nuevo la confianza de quienes llegaron hasta nosotros porque creían en nosotros. Porque para ellos nuestra palabra era sagrada.

No es un asunto de nuevas tecnologías o herramientas. Es mas que eso: tiene que ver con nuestros sentimientos, con nuestro compromiso con la búsqueda de la verdad por encima de todo y de todos.

Publicidad

Es un asunto de Ética, de Principios y de Valores.
Pero para recuperar ese tesoro que hemos perdido debemos tener presente, como lo dijeron los maestros que abrieron los caminos por las que hoy transitamos, que ni las malas personas, ni los cínicos, sirven para este oficio. 

 

Publicidad


 

  • Publicidad