Techos caídos, inundaciones, muros a punto de caer, además de pupitres y tableros inservibles, es el panorama que se ve hoy en parte de los 436 planteles educativos de Medellín.
Según Manuel López, rector de la Institución Educativa Eduardo Santos de la Comuna 13, y representante del sindicato de rectores de Medellín, esto pone en grave riesgo a centenares de estudiantes todos los días, y deteriora la calidad educativa de los niños y jóvenes.
“En el colegio Finca la Mesa se cerraron unas aulas, en el Liceo Gilberto Alzate Avendaño también se cerraron unas aulas, en el Marco Fidel Suárez creo que incluso fue cerrado un auditorio, entonces sí se ha afectado la educación de cientos de estudiantes”, manifestó López.
Y es que desde que se dio la certificación de la educación de la ciudad en el 2003, todas las administraciones de Medellín han disminuido los recursos para el mantenimiento de colegios, según López, y solo interviene y corrige problemas graves, como caída de techos o muros.
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Por ejemplo, la reubicación de estudiantes por el cierre de aulas afecta gravemente la continuidad curricular, porque tienen que recibir, al final, menos horas de clase o compartir aula con alumnos de otros grados.
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