"Los paras no están 'fundidos'", editorial de Ana Cristina Restrepo
En el Editorial de este martes en Vive Medellín, Ana Cristina Restrepo habló sobre la entrega masiva de armas.
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Este es el Editorial de Ana Cristina:
"Hace nueve años fueron fundidas las armas de los 31.000 paramilitares que se desmovilizaron colectivamente entre 2003 y 2006. En la bodega Polo Norte se conservan más de setenta bloques de metal oxidado, almacenados en un solar a la intemperie, listos desde hace casi diez años, para convertirse en un monumento en homenaje a las víctimas.
En aquel entonces, los paras entregaron 18.051 armas entre largas y cortas, más de dos millones y medio de municiones y miles de granadas, que fueron cuidadas por el Ejército Nacional hasta que culminó su inspección e investigación por parte de la Fiscalía General de la Nación.
En diciembre de 2007, la Siderúrgica Nacional convirtió las armas en 74 barras de una combinación de hierro, acero y otros metales. Pesan 49,5 toneladas.
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La idea era erigir una obra de arte con esos metales, como la que se levantó con las armas del EPL o las tres campanas que se crearon con los metales del armamento de la Corriente de Renovación Socialista, disidente del ELN.
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La Alcaldía Distrital de Bogotá no quiso recibir el material de las autodefensas para construir una obra de arte. En Medellín, se planteó la idea de erigir un monumento donde entonces se construía el Museo Casa de la Memoria.
El artista Francisco Gazitúa, autor del Memorial del Cementerio General de Santiago de Chile, presentó una propuesta que no pasó.
Después, la Alcaldía de Medellín decidió entregar la mitad del material a la Universidad de Antioquia y la otra mitad a la Agencia para la Educación Superior de Medellín, Sapiencia.
El artista plástico Fredy Alzate presentó una propuesta para los dos monumentos. Nadie le prestó atención.
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Esta historia de armas y obras de arte en ascuas, contada al periódico El Colombiano por Jaime Jaramillo Panesso, integrante de la Comisión Nacional de Reparación y Reconciliación, más parece una caricatura de la burocracia estatal.
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¡Diez años para cumplir con un compromiso con las víctimas!
De cara a una nueva entrega masiva de armas, Colombia podría pensar en dos monumentos que honran a las víctimas y, a la vez, tratarían de conjurar dos males: uno al conflicto armado y otro a la burocracia estatal.
Vaya metáfora la de las armas transformadas en lingotes y escondidas de los ojos del público: los paras no están “fundidos”, el óxido los ha convertido en otra cosa…".