Diecisiete días después de que la Secretaría de Salud de Medellín ordenara el cierre del rancho de comidas de la cárcel Pedregal, por las precarias condiciones en las que estaban siendo preparados los alimentos para los 4.300 hombres y mujeres que cumplen su condena en este lugar, la situación no mejora.
Los encharcamientos, hongos y olores nauseabundos que se evidenciaron tras la visita no han sido subsanados, por lo que las comidas están siendo preparadas en otro lugar externo al establecimiento carcelario lo que, según Silvia Irene Arango, madre de una mujer que se encuentra detenida en Pedregal, está llevando a que los alimentos lleguen a deshoras y, peor aún, en estado de descomposición.
"Los están dejando morir de hambre. Les dan la comida "incomible" porque les dan pan lleno de hongos y hasta papas podridas. Muchas veces solo les está llegando una o, si mucho, dos comidas por día", contó a Blu Radio, Silvia Irene Arango.
A esto se suma que el Inpec declaró insubsistente al director de la cárcel, Juan Diego Giraldo, por haber desacatado en un principio la orden de cierre del rancho de comidas.
"Aquí en cualquier momento, Dios no lo permita, puede ocurrir lo que ocurrió en el año 2020 en la cárcel La Modelo de Bogotá, cuando los internos iniciaron una protesta que terminó con 22 muertos y 84 heridos", advirtió el defensor de derechos humanos de la población reclusa, Jorge Carmona.
Ante los incumplimientos y demoras, la Personería de Medellín visitará nuevamente la cárcel Pedregal, con el fin de buscar soluciones a esta problemática que tiene a la deriva la alimentación de más de 3.000 personas privadas de la libertad.
Entre tanto, la Uspec, que es la entidad a cargo de la alimentación de los detenidos, no se ha pronunciado al respecto.
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