Moka es una Border Collie de 7 meses de edad que, durante su crecimiento, había mostrado diferencias notorias en cuanto a su capacidad para correr, levantarse y moverse, con relación a sus hermanos de camada.
Pero no era el único problema que tenía. Según Paula Acevedo, la tutora de Moka, su familia empezó a notar otros síntomas adicionales, por lo que tuvieron que buscar ayuda.
"El primer diagnóstico era un soplo, pero ya luego se dieron cuenta que el diagnóstico final era una estenosis pulmonar, entonces debido a esta estenosis, por el estrechamiento que tiene la válvula, ella retenía líquidos, por eso se le inflama tanto la barriga", cuenta Paula.
El procedimiento para tratar y corregir el problema que tenía Moka no se había realizado en un animal en Colombia, y sus propietarios solo tenían la alternativa de buscar un país donde sí lo hicieran, pero los profesionales de la Universidad CES en Medellín aprovecharon la ocasión y buscaron un equipo de cardiología y pediatría humanos, que sí hubieran realizado una valvuloplastia pulmonar para ayudar a la pequeña perrita.
Así fue como el cardiólogo hemodinamista de humanos, Diego Vanegas, llegó a formar parte del equipo médico que atendería a Moka y haría historia; un reto que para él se convirtió en toda una experiencia inolvidable.
"Fue un reto para nosotros como cardiólogos de humanos, porque es la primer vez que nos enfrentamos a una anatomía que, aunque diferente, tiene muchas similitudes con la anatomía humana, pero con el apoyo del grupo de medicina veterinaria de acá, todos se nos facilitó", dijo el galeno.
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Gracias a lo que el mismo doctor Vanegas llama como la unión de dos grupos de profesionales que aman los animales, hoy Moka tiene una nueva oportunidad de vida que le permitirá crecer con normalidad y realizar las actividades que antes se le dificultaban, como correr y jugar.
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