En las entrañas de Ciudad Bolívar: las voces de la autoridad

En esta quinta entrega en las entrañas de Ciudad Bolívar, BLU Radio recopiló las posiciones de autoridades, que en la medida en que se presentaban testimonios de líderes sociales, habitantes, presuntos delincuentes, entre otros, que habitan en la localidad por la inseguridad y las denuncias de incremento de homicidios, fueron siendo tomadas por cada una de las fuentes oficiales para generar el debate ante la polémica situación.

El primero de ellos fue el defensor del Pueblo, Carlos Negret, quien, posterior a la alerta de presencia de grupos paramilitares y de guerrilla en la zona, manifestó que el gran problema es el narcotráfico.

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“No podemos seguir hablando de microtráfico en esta zona. Como en las comunas debemos hablar de narcotráfico, aquí hay todas unas estructuras supremamente grandes para hablar de microtráfico, aquí hay unas estructuras dedicadas al negocio ilícito que tanto daño nos hace. No vamos a cesar en contarle al gobierno nacional y al gobierno distrital que aquí hay una vulneración de derechos humanos y para eso estamos”, manifestó el jefe del ente de control.

Ante esto, el gobierno distrital aseguró que no tienen información clara de la presencia de estos grupos. Así se refirió el alcalde Enrique Peñalosa:

“Otra cosa es decir que Ciudad Bolívar está tomada por el Clan del Golfo o los grandes clanes de Urabá. Nosotros no tenemos información de que haya presencia de esos grupos, estamos con las alcaldías locales, la inteligencia de la Policía, el Ejército, hemos hecho unos operativos muy grandes, simplemente no tenemos información de que esos grupos estén en Ciudad Bolívar.

A él se sumó el comandante de la Policía, el general Hoover Penillla, quien, además, señaló que se reconoce la presencia de tráfico de drogas, pero difiere de que haya narcotráfico.

“Para que se diga que existe narcotráfico, aquí tendrían que haber unas estructuras que van desde el cultivo, el procesamiento, los laboratorios. Aquí estamos hablando de una comercialización dentro de unos niveles que se dan no solo en Ciudad Bolívar, se dan en otras localidades, y en las grandes ciudades del país y otras ciudades pequeñas”, aseguró.

Ante la situación de orden público, manifestó que, si bien hubo reducción de homicidios en la localidad durante 2017, solo en el primer trimestre de este año, los crímenes en Ciudad Bolívar incrementaron sustancialmente.

“En Ciudad Bolívar, en 2017 hubo una reducción de crímenes de un 10 al 12%. Durante 2018, esta tendencia se ha revertido en el primer trimestre: Tenemos un aumento que está alrededor del 20%”. Añadió que a la fecha, se han realizado múltiples capturas y que los operativos seguirán de forma constante.

“Desde el día 4 de mayo a la fecha (10 de mayo), van más de 176 personas trasladadas a centros transitorios de protección, 17 capturas, 15 de las cuales están en flagrancia y 12 menores puestos a disposición del ICBF”, agregó.

Aunque en Meridiano Blu se revelaron algunos testimonios de cómo se estarían llevando a cabo labores de reclutamiento por lo que fueran grupos paramilitares, el comandante de Policía desmintió esos señalamientos y dijo que lo que se ve es una instrumentalización para traficar.

“El reclutamiento puede ser bajo intimidación, amenaza o simplemente por simpatía. Este primer paso de acercar a una persona a estructuras delictivas, se puede hacer bajo presión o simplemente bajo un atractivo de una compensación. Si llega una persona o varias personas a ofrecer cierta cantidad de dinero, o la dosis a quien consume, estas personas empiezan a realizar diferentes tareas”, dijo.

“Si eso lo vamos a llamar reclutamiento, podríamos decir que sí se da, pero ya que sea una doctrina para pertenecer a una estructura con fundamentos políticos o de otro tipo, deberíamos entrar a contextualizar qué es lo que efectivamente estaría pasando en Ciudad Bolívar. Es claro que hay una problemática social, y el estado está haciendo unas ofertas”, añadió el comandante de la Policía Metropolitana.

No obstante, la situación en Ciudad Bolívar es compleja, difícil de manejar y tiene los ojos de Bogotá encima. Las autoridades trabajan para desmantelas organizaciones y prestar seguridad, mientras que quienes habitan allí, insisten en la necesidad de mayor atención e inversión social.