Con acompañamiento de personal encubierto de la Policía en los buses y vigilancia en las rutas más peligrosas, los conductores de transporte público salieron a trabajar este martes de manera normal en Barranquilla y su área metropolitana.
Sin embargo, los conductores están a la espera de las conclusiones de una reunión que se realiza en la mañana de este martes con la Policía y delegados de las empresas transportadoras en la sede de la compañía Sobusa.
En esta reunión se deberían definir acciones de fondo en contra del cobro de extorsiones por parte de bandas que ya han atentado contra la vida de tres choferes.
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En reclamo por lo que consideran poca atención de las autoridades a la problemática del cobro de vacunas a las empresas transportadoras, que los pone a ellos como víctimas potenciales de la delincuencia organizada, los conductores paralizaron la movilidad de Barranquilla, Soledad y Malambo durante siete horas este lunes.
"Dijeron que nos iban a dar apoyo de la Policía y no hemos visto nada. Las cosas que están ocurriendo pasan de noche y por eso queremos tener los carros guardados a las 6:00 de la tarde, pero desde las empresas tampoco hay ayuda", expresó un conductor que pidió no revelar su identidad por temor a perder su empleo.
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