Una tragedia es la que viven 500 personas en el municipio de Piojó, Atlántico, tras las afectaciones que sufrieron50 viviendas que, en su mayoría, se vinieron abajo tras el deslizamiento de cerros; dejando 82 familias damnificadas en la cabecera municipal, 14 en el corregimiento de Aguas Vivas y seis más en la vereda Villa Lota.
La emergencia se registró sobre las 11:00 de la noche, de este sábado, cuando los habitantes "empezaron a ver como las viviendas se iban agrietando, hasta tal punto de resquebrajarse y venirse abajo casi que sobre ellos”.
Mayerlin Villanueva, una de las habitantes afectadas, aseguró que la tragedia responde a la "crónica de una muerte anunciada", pues desde hace meses habían advertido que las viviendas colapsarían —tarde que temprano— por el desvío de dos arroyos tras la construcción de un parque en el barrio Camino Grande.
"Hasta la madrugada ayudé a mi familia a sacar las poquitas cosas que logramos salvar. Estábamos preocupados porque no dejaba de llover, cuando empezamos a notar cómo las paredes empezaron rajarse hasta venirse abajo", precisó.
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Darwin Peña, habitante de Piojó, Atlántico, señaló que “sacamos a esa gente entre calles oscuras porque no había luz en ese momento, observando a distancia cómo se venían abajo las casas, como se partían las calles, las paredes caían encima de los escombros, duele ver cómo se le va a uno la casita”.
Defensa Civil, Cruz Roja colombiana, Gobernación del Atlántico y miembros de la misma comunidad continúan atendiendo la emergencia en Piojó, adelantando el proceso de censo para establecer un plan de atención integral para los 500 damnificados.
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“Estamos apoyando las labores de traslado de los enseres, con un personal específico de la Defensa Civil en tres puntos de atención para los damnificados, pues queremos establecer el total de los afectados”, explicó el mayor Néstor Armando Rodríguez, director de la Defensa Civil en el Atlántico.
Omaira González, alcaldesa de Piojó, sostuvo que “necesitamos que el presidente Gustavo Petro atienda este desastre natural, ya que nunca se había vivido algo así; estamos en emergencia y necesitamos que escuchen el clamor de un pueblo que vio sus casas caer”.
En todo el departamento del Atlántico continúan activados los Consejos Municipales de Gestión del Riesgo para la atención de las emergencias, con ocasión de las fuertes lluvias que se han presentado en la región Caribe.
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