¿Hasta cuándo la persecución contra el Junior? Columna de Óscar Montes
El cuadro tiburón cayó ante Once Caldas después de una polémica decisión arbitral.
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Los arbitrajes contra el Junior ya empiezan a ser sospechosos. Son demasiados errores y muy evidentes como para pensar que se trata de simples equivocaciones de apreciación. Son mucho más que eso. Aquí podría pensarse que hay mala fe y deseo de causarle daño al equipo barranquillero. Es aceptable que se equivoquen, porque son seres humanos, ¿pero por qué siempre se equivocan contra el Junior? ¿Por qué no se equivocan para favorecerlo?
Lo ocurrido ayer en Manizales contra el Once Caldas se sumó a lo acontecido en Bogotá y Medellín, cuando el equipo tiburón se enfrentó a Millonarios y Nacional. En los tres partidos los árbitros tomaron decisiones que perjudicaron al Junior. Se trató de errores protuberantes y descarados que hacen presumir que se tomaron con la intención de causarle daño al equipo. Ahí hubo dolo y mala fe. No puede ser otra la conclusión, después de ver una y muchas veces las decisiones arbitrales. En todos los partidos fueron expulsados jugadores del Junior, como para completar la faena.
Es decir, al Junior lo están perjudicando a punta de pito. ¿Qué tienen que decir sobre esos atracos la Dimayor y la Comisión Arbitral, que son quienes deben responder por las designaciones y las sanciones a los árbitros? ¿Qué castigos recibirán aquellos jueces que le cargan la mano al equipo barranquillero?
Ya es hora de que las directivas del Junior también se hagan sentir ante las autoridades del fútbol colombiano, porque las decisiones arbitrales están acabando con el trabajo de toda una semana tanto del técnico, Julio Avelino Comesaña, como de los jugadores. Hay momentos en que hasta el más paciente se impacienta. Una cosa es ser paciente y otra muy distinta es que lo tomen a uno por idiota. ¿Hasta cuándo está persecución contra el Junior?
Publicidad