La historia del padre Pío, el santo que tuvo los estigmas de Cristo
Sus reliquias fueron traídas a Colombia y estarán entre el 3 y el 7 de abril en Barranquilla.
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El santo padre Pío de Pietrelcina fue un sacerdote perseguido y estigmatizado por la iglesia católica, a quien pocos le creían que su cuerpo tenía las manifestaciones de los estigmas de Jesús. Se trataron de cinco heridas que estuvieron abiertas y sangrantes por 50 años, las cuales se cerraron a los pocos días de su muerte.
Debido a la vocación que despertó este sacerdote canonizado por Juan Pablo II en 2002, algunas de sus reliquias fueron trasladadas a varias ciudades de Colombia, entre esas Barranquilla.
Esta visita fue programada entre el 3 y el 7 de abril, en ocho parroquias de la Arquidiócesis en el Atlántico, con objetos como el guante de una de sus manos con las que cubría su herida y la banda del costado con la que cubría otra de sus heridas sangrantes.
"Bendito sea el señor que nos da santos en la iglesia para alcanzar más santidad", señaló el sacerdote Franklin Posso Meza, quien ha estado acompañando la comitiva que desde el lunes recibió los sagrados objetos en el aeropuerto Ernesto Cortissoz.
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El sacerdote Posso destaca que esta visita es tomada como una bendición, mediante la cual piden intersección en este tiempo de cuaresma.
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San Pío de Pietrecilna fue un sacerdote católico, de la orden franciscana, quien ha sido el único padre en presentar los estigmas de Jesús, quien vivió entre 1887 y 1968. Así mismo, su cuerpo fue hallado incorrupto en 2008, cuando fue exhumado 40 años después de su muerte.
"La iglesia desenterró su cuerpo, lo encontraron completamente incorrupto, lo que confirmó su santidad", indicó el padre Franklin.
Este no es el primer caso en el que se encuentran cuerpos intactos, pues en 2001 fueron hallados en esta condición los restos mortales del papa Juan XXIII, conocido como el papa bueno. Lo mismo ocurrió con la lengua de San Antonio y de otros santos más.
De acuerdo con información publicada en 2008 por medios italianos, quienes estuvieron presentes en la exhumación dijeron que el cuerpo del padre Pío no tenía mal olor y tenía rosada la piel en las zonas donde presentó en vida los estigmas de Cristo.
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