No es parranda Santa, es Semana Santa: Editorial de Heberto Amor
Director de Blu Radio barranquilla habla sobre el verdadero significado de la Semana Santa.
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Tampoco la música que siempre acompañó las reuniones del Maestro con sus discípulos o la multiplicación de los panes y los peces, puede ser pretexto para dedicarse en Semana Santa a la gula, la pereza y el jolgorio.
Estamos en una época del año en la que muchos aprovechan para descansar del trabajo cotidiano, otros viajan y acompañan a familiares que tal vez no hayan visto durante los últimos meses, días o años y hay quienes sufren la pasión exponiendo sus cuerpos al inclemente sol de playa en los destinos turísticos más visitados.
Hemos superado la etapa del oscurantismo medieval cuando se consideraba pecado todo aquello que no fuera litúrgico o religioso en época de Semana Santa. Hemos entendido que la misión de Cristo en la tierra tuvo una connotación política para liberar de la tiranía a un pueblo que 2017 años después de ese acontecimiento que marcó la historia de la humanidad, sigue padeciendo y sufriendo.
La Semana Santa es época de reflexión, de encuentro con la palabra que muchos tergiversan para acomodarla al criterio libertino de quienes no asumen responsabilidades frente a futuras generaciones.
Es por eso que, sin pecar de fundamentalistas o fanáticos religiosos, aplaudimos la decisión asumida por el alcalde de Malambo Efraín Bello, quien mediante el decreto 115 prohíbe la venta de licor, el funcionamiento de bares y cantinas durante el viernes Santo en su territorio, aunque sea para dar muestras de respeto por la tradición.
Ojalá se entienda este mensaje como una invitación a la reflexión y el regocijo.
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La Semana Santa no puede convertirse en una parranda santa. Así como en Navidad muchos han malinterpretado el mensaje y se dedican a la lujuria en lugar de practicar la bondad y la convivencia, hay quienes en Semana Santa olvidan sus compromisos espirituales para dedicarse a actividades de turismo, comercio y perturbación de la tranquilidad.
Qué bueno sería reflexionar por estos días sobre el papel del hombre en la tierra; sobre la crisis ambiental que nos afecta por el abuso de los recursos naturales y que pensemos en contribuir con la solución a los problemas de orden social que padecemos por los excesos cometidos.
La pasión, muerte y resurrección de Jesucristo no es una fiesta, es la conmemoración del hecho que marcó la historia de la humanidad. ” No es parranda santa… es Semana Santa.
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