Optimista frente al nuevo operador de energía se mostró el sacerdote Roberto Rodríguez, párroco de la iglesia Nuestra Señora de Chiquinquirá, luego de una reunión con el gerente de Air-e, Jhon Jairo Toro, a quien le expresó su preocupación por la continuidad del servicio en el templo.
La iglesia tiene una millonaria deuda tras el cambio de un contador que hicieron operarios de la antigua Electricaribe. Pese a esto, la nueva compañía le ofreció soluciones al sacerdote a cargo para garantizar la prestación de la energía a los feligreses.
"El gerente me dijo que estaba dispuesto a colaborarme para solucionar esta situación y llegamos a un acuerdo, logramos que esas facturas que nos estaban cobrando arbitrariamente nos las bajaran al consumo real que nos debía cobrar", contó el párroco Rodríguez.
El sacerdote había expresado su inconformismo, incluso, en medio de una eucaristía, por los cobros injustificados por el servicio de energía, pues la iglesia recibió dos facturas de Electricaribe en un mismo mes, una por $11.370.000 y otra por $5.015.000.
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