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El alcalde de Cali, Jorge Iván Ospina, denunció que los grupos armados como disidencias de las Farc y el ELN estarían detrás de la serie de hechos vandálicos protagonizados desde el pasado 28 de abril.
La jornada de desmanes más reciente se presentó durante el pasado jueves 17 de junio, donde fueron incinerados dos buses del MIO y un camión repartidor de gaseosa, igual que el personal médico del Hospital Carlos Carmona fue amenazado por un grupo de encapuchados.
"Contratan bandas y actividad delincuencial para desarrollar procesos que ponen en peligro la tranquilidad de Cali. Estos grupos armados financian para quemar buses, para adelantar saqueos y vandalismo y financian para hacer daños en el territorio", dijo el mandatario.
De esta forma, solicitó celeridad en la investigación por parte de la Fiscalía General de la Nación.
"Es una forma terrible de adelantar su lucha a partir de grandes recursos que tienen a partir del narcotráfico. Recursos que después ponen a circular para que se hagan daños. Por ello, debe caer todo el peso de la ley y debe de cortarse la ruta de estos recursos", agregó el alcalde Ospina.
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Desde la Alcaldía de Cali se ofreció una recompensa de hasta $20 millones de pesos por información sobre personas involucradas en los desmanes, mientras que la Policía presentó un cartel con 13 personas, señaladas como responsables de haber vandalizado los buses del sistema de transporte masivo.
En medio de los desmanes se reporta un policía herido con arma de fuego.
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