La estrategia consiste en un acuerdo contractual con todos los operadores del masivo y se pretende crear un fondo transitorio de liquidez, que busca nuevas inyecciones financieras al sistema por más de $40 mil millones, recursos que aportaría directamente el municipio.
Sin embargo, si las empresas operadoras del sistema aceptan este acuerdo, deberán abrir los libros financieros para que Metrocali pueda hacer un cálculo de lo que cuesta la operatividad del MIO.
“La primera condición que pedimos a los operadores es que se comprometan a sacar todos los buses y la segunda es que adquieran el compromiso de abrir los libros financieros que nos permita entender por primera vez, cuál es la tarifa técnica real de la operación del sistema”, afirmó el presidente de Metrocali, Armando Garrido Otoya.
Por su parte, los gerentes de los concesionarios del masivo, aseguraron estar dispuestos a mostrar los estados financieros a Metrocali.
“En cuanto la Alcaldía comience a girar los $40 mil millones prometidos, en 15 o 30 días la totalidad de la flota estaría circulando en la ciudad”, dijo Eduardo Bellini, gerente de Blanco y Negro Masivo.
Con los datos que arroje el estudio financiero que haga Metrocali, se renegociarán los contratos con los operadores hacia finales de este año.