"Sustituir economía ilegal con participación de la comunidad": apuesta del Gobierno Petro en Nariño

En un hecho sin precedentes en el Pacífico nariñense, el Gobierno nacional busca concertar con los cultivadores de hoja de coca un mecanismo que permita la sustitución voluntaria de las más de 45.000 hectáreas de cultivos ilícitos que existen en Nariño: segundo departamento con más hectáreas sembradas, de acuerdo con el último reporte de SINCI de las Naciones Unidas.Los más de 3.000 campesinos y afrodescendientes reunidos en el municipio de Olaya Herrera, subregión del Sanquianga, en el Pacífico nariñense, esperan la llegada este sábado del presidente de la República, Gustavo Petro. Y están seguros de que la violencia puede desaparecer de sus poblaciones.Siempre y cuando, el estado colombiano cumpla con los programas ofrecidos y permita que ellos puedan retornar a la legalidad sin señalamientos o estigmatizaciones por parte de la fuerza pública: que, en algunas ocasiones, los acusa de ser narcotraficantes sólo por tener algunas matas de hoja de coca; según dijo un labriego que participa de la cumbre.Felipe Tascón, director del programa de sustitución de cultivos, insistió que el Gobierno del presidente Petro está trabajando de la mano de la comunidad y, en esta oportunidad, participan delegaciones de 19 municipios de Nariño.Por ello, se estableció crear seis subregiones para recoger todas las propuestas que hagan los cultivadores y, de común acuerdo, construir una hoja de ruta que acabe con la economía ilegal que por años ha sido el único sustento de estas comunidades."Hemos creado en cada una de las subregiones tres mesas temáticas, en donde cada campesino pueda participar con sus propuestas; bien sea en proyectos productivos, paz total y medio ambiente territorial interétnico", dijo Tascón."Los aportes de cada una de las delegaciones nos van a nutrir y nosotros, como dirección de sustitución, somos una bisagra que tiene que canalizar las contribuciones de los campesinos hacia las demás entidades del estado'', aseguró Tascón.Por su parte, campesinos cultivadores de hoja de coca, que pidieron el anonimato por temor a las represalias, dicen que ya se cansaron de las promesas y solo esperan que el Estado cumpla. Y que, en el marco de los programas que propongan, se hará una sustitución gradual, en la que se garantice la comercialización de los productos que van a reemplazar la economía ilegal, que por décadas ha existido en las zonas cocaleras y que el estado dejó abandonadas a su suerte."De esta hoja que muchos la llaman 'maldita', hemos construido escuelas, puestos de salud y polideportivos, mejorado calles y abriendo carreteras; obras que le corresponden al estado colombiano", precisó una mujer campesina del Alto Mira y frontera, zona rural de Tumaco.Esta cumbre campesina del Pacífico nariñense y piedemonte andino será clausurada por el presidente Petro, quien será el primer jefe de Estado en la historia de Colombia que visita esta región del Sanquianga.Le puede interesar: