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Las muertes por COVID-19 que van en aumento en el departamento de Santander tienen en alerta a los cementerios que implementan planes de contingencia para prestar los servicios de inhumación y cremación sin contratiempos.
El gerente de Jardines La Colina, José Mauricio Martínez, indicó que, aunque no está desbordado el servicio han tenido que contratar más personal para los entierros.
“Muchas familias han optado por inhumar en lotes esto le baja presión al horno, pero genera presión por la construcción que se debe hacer de los lotes, tuvimos que contratar a más personas para este trabajo”, manifestó Martínez.
Asegura que el pico de la pandemia por el que atraviesa Colombia y la Región es más fuerte que lo que esperaban teniendo como punto de comparación los meses de agosto y septiembre de 2020.
“En estos momentos estamos realizan entre 10 y 12 cremaciones, lo que significa un 85%, en promedio, de la capacidad del horno; y entre 6 y 8 entierros”, confirmó el gerente de Jardines La Colina.
Ante el aumento de muertes por COVID-19 que este domingo registró la cifra más alta de toda la pandemia con un total de 48 fallecidos, la Gobernación de Santander le pidió a los alcaldes implementar planes de contingencia para el manejo y disposición de cadáveres por COVID.
Actualmente, Santander tiene siete hornos crematorios ubicados en Bucaramanga, Floridablanca, Barrancabermeja, San Gil y Socorro con una capacidad de cremación de hasta 78 cadáveres.
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