Un marinero procedente de Ucrania llegó al Hospital Internacional en Piedecuesta por una enfermedad que lo dejó al borde de la muerte.
La historia de Makzym Gnybeda en Colombia inició en Cartagena, en donde tuvo que atracar de emergencia cuando navegaba por el océano Atlántico a bordo del buque Santos.
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Al joven de 22 años lo trasladaron de la heroica a Barranquilla, en donde sufrió un paro cardiaco, que por 30 minutos que obligó al personal médico a reanimarlo en reiteradas oportunidades.
Ante el deterioro en la salud de Gnybeda, se le trasladó en un avión medicalizado a la Fundación Cardiovascular de Colombia en Piedecuesta, en donde los médicos lograron implantarle un corazón artificial o HeartMate II que le permitió una segunda oportunidad de vida.
“La ley en Colombia nos prohíbe trasplantar órganos a extranjeros en el país, por eso optamos por incrustarle un corazón artificial”, explicó Leonardo Salazar, director del Programa ECMO y Corazón Artificial de la FCV.
Después de la exitosa cirugía, Makzym Gnybeda, quien vive en Mariúpol, Ucrania, inició el proceso de recuperación, el cual tomó cuatro semanas y luego viajó a su país de origen.
La Fundación Cardiovascular de Colombia, que es el único centro médico en Latinoamérica que adelanta implantación de corazones artificiales, ha salvado la vida a 17 pacientes colombianos y extranjeros.
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