Presos salían de permiso y luego metían drogas en sus estómagos a la cárcel
Según las autoridades, los reos envolvían marihuana y cocaína en guantes de látex y después los tragaban.
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La Policía desmanteló una organización de 24 personas que pretendía quedarse con el negocio del microtráfico en el área metropolitana de Bucaramanga, tras la captura de alias ‘Pichi’, identificado por las autoridades como el ‘Pablo Escobar’ de la región.
De acuerdo con el general Manuel Vásquez, comandante de la Policía en Bucaramanga, esta banda era la encargada de distribuir alucinógenos al interior de las cárceles Modelo y Palonegro, en Bucaramanga y Girón, respectivamente.
“Envolvían la marihuana y cocaína en guantes de látex, en la parte de los dedos y de esta forma los internos que salían de permiso las injerían e ingresaban a las cárceles”, informó el general.
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En la madrugada de este viernes la Policía Metropolitana realizó el operativo en el que allanó 18 viviendas y capturó a las 24 personas, integrantes de la banda, que manejaban el 80% de la distribución de dosis en el norte de la ciudad.
Las autoridades revelaron que los capturados tenían un circuito de televisión con cámaras instaladas en diferentes zonas para vigilar a los policías que realizaban patrullajes en diferentes barrios del norte de la ciudad.
Entre los capturados se encuentran dos hermanos, un hombre y una mujer, que eran los cabecillas de esta banda denominada ‘La Invasión’.
¿Cuántas dosis de estupefacientes lograban ingresar a la cárcel?
Esta red de microtráfico, además de contar con un esquema de distribución en 13 barrios de la ciudad, también se especializaba en el ingreso de alucinógenos a los centros penitenciarios La Modelo y Palogordo a través de algunos internos beneficiados con permiso de 72 horas.
La investigación de las autoridades reveló que acondicionaban a los internos para que ingirieran un promedio de 30 a 40 cápsulas de látex que contenían marihuana y cocaína. Esto equivale a casi 600 dosis, por las que recibían un pago cercano a los $500.000.
En promedio, la banda comercializaba cerca de $600 millones mensuales, a partir del expendio de más de 1.000 dosis diarias de estupefacientes (clorhidrato y base de cocaína y marihuana), en valores que oscilaban entre los $10.000 y $25.000 por dosis.